Las olas de calor están teniendo un impacto cada vez más grave en el hemisferio norte, con un aumento significativo en la frecuencia y la intensidad de estos eventos climáticos. Según un especialista de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las altas temperaturas nocturnas representan un riesgo aún mayor para la salud que las temperaturas diurnas, ya que impiden que el cuerpo se recupere del calor, lo que puede resultar en un mayor número de ataques cardíacos y muertes relacionadas.
El hemisferio norte sufre actualmente seis veces más olas de calor que en los años ochenta y en lugares donde se superan los 45 grados las temperaturas pueden permanecer en los 40 grados durante la noche, lo que es más peligroso para la salud que la temperatura diurna, según alertó un especialista de La Organización Meteorológica Mundial (OMM).