Recuerdo que allá por los años 69-70, te conocí cuando empezaste a trabajar en El Trébol, cuando el propietario era José Luis Torres, creo que fue sustituyendo a José Luis Marrero Maroto (o Morote), que se fue a trabajar al sur, también recuerdo a Nono (El Tacha) que trabajó desde que se inauguró la sala, que luego te sustituyo a ti, en aquel entonces yo me movía en el “Triangulo de La Cacatúa, Saxo y Trébol”, eran mis discotecas preferidas en los años 70, yo pinchaba y organizaba fiestas en La Cacatúa.
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Luego ya por los 80, nos devolvíamos de vez en cuando las visitas yo al Toca-Toca y tú a Wilson, cuantas noches y charlas mantuvimos y algunas copillas cayeron. Siempre te tendré en mi mente como un “Dandi”, original, simpático, buena persona, con la sonrisa por delante, con buen humor, por tú elegancia, por tus sombreros, pañuelos y con grandes dotes de relaciones públicas.
Recuerdo cuando fuimos invitados por una firma comercial a Madrid, a visitar bodegas de bebidas y lo pasamos “pipa”. En los últimos años coincidimos bastantes veces paseando por Las Canteras y en alguna ocasión caminamos y charlamos de los viejos tiempos, siempre me decías “Hola, Michael” y yo te decía a ti “Mr. McDonald”. Para mi fuiste todo un referente en las noches mágicas de Las Palmas de G.C., y un gran amigo, allá donde estés, sé que siempre estarás con esa sonrisa eterna que te caracteriza y enamoraras con quien te encuentres.
Miguel Pérez Mejías
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