Clamor mundial contra la macrogranja de pulpos que la empresa «Nueva Pescanova» quiere instalar en el puerto de La Luz y de Las Palmas. Una granja que prevé sacrificar 300.000 pulpos al año.
La industria, la primera del mundo en criar pulpos desde la larva, tiene previsto ubicarse en el entorno del muelle Nelson Mandela, en la zona más exterior del puerto. Ya cuenta con los permisos de la Autoridad Portuaria y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, solo necesita la autorización del Gobierno de Canarias para comenzar con su construcción.
La comunidad científica, ecologistas y defensores del bienestar animal han intentado llamar la atención de las autoridades sobre las nefastas consecuencias que tendría para los animales y el medio ambiente la granja de pulpos de Nueva Pescanova.
Recientemente, se llevó a cabo una concentración frente al Congreso de los Diputados convocada por AnimaNaturalis, Acción Océanos, Raíces & Brotes del Instituto Jane Goodall, Ecologistas en Acción y Greenpeace para denunciar el proyecto.
Hasta este momento se han recogido más de 160,000 firmas para apoyar la prohibición de la construcción de estas granjas de pulpos; la de Las Palmas de Gran Canaria sería la primera del mundo.
En la web https://banoctopusfarming.org/es se ha centralizado toda la campaña contra dichas granjas. En ella, puedes obtener información sobre las consecuencias que pueden generar las granjas y firmar para que no se construyan.
La Dra. Jane Goodall, ampliamente reconocida y premiada por su incansable defensa de la naturaleza, ha expresado su profunda angustia al enterarse de que empresas españolas tienen planes de confinar a estas criaturas sensibles y fascinantes en granjas de pulpos. Su preocupación se basa en el impacto que esto podría tener en la vida de estos seres y en el equilibrio de nuestros ecosistemas marinos.
Estos cefalópodos nunca han sido criados de forma intensiva, y algunos científicos califican de «muy cruel» el método propuesto para sacrificarlos mediante el uso de agua helada.
«Los pulpos son conocidos por su extraordinaria inteligencia y, como resultado de su tendencia a explorar, manipular y controlar su entorno, serían fácilmente susceptibles de aburrirse en cautividad. Es probable que las granjas de pulpos cuenten con entornos estériles y sin estímulos sensoriales. Además, como animales naturalmente solitarios, los pulpos no se adaptarían bien a las condiciones de hacinamiento que son típicas de los sistemas de granjas industriales.»
Taïme Smit, representante de Acción Océanos, ha lanzado una fuerte advertencia sobre las consecuencias desastrosas que supondría el impacto ambiental de verter al mar compuestos químicos como fertilizantes, alguicidas, antibióticos y desinfectantes utilizados en la granja. Su preocupación se centra en el potencial daño que estos productos químicos podrían causar en los ecosistemas marinos, planteando un riesgo significativo para la salud y la biodiversidad de nuestros océanos.
Estas consecuencias no solo afectan a la zona en la que se ubica la granja, sino que también repercuten en muchas otras áreas, incluso aquellas que se encuentran a gran distancia y están conectadas a través de las corrientes marinas.
En las cercanías del Puerto de La Luz existen dos ZEC (Zonas de Especial Conservación): la ZEC del Área Marina de La Isleta y la ZEC de la Bahía de El Confital. Ambos espacios protegidos se verían afectados por todos los residuos como piensos, fertilizantes, desinfectantes, etc., que la granja vertería al mar, lo que causaría un grave impacto en su salud ambiental y biodiversidad.
La corriente de Canarias llevaría estos compuestos químicos y tratados hasta la Bahía de El Confital, incluyendo la playa de Las Canteras y El Confital, teniendo consecuencias imprevisibles para su fauna. Además, como advierte la comunidad científica, los compuestos sobrantes de la granja llegarían a las zonas de pesca de San Cristóbal, La Laja, Telde, entre otras, con posibles consecuencias negativas para la pesca y el ecosistema marino en general.
Nueva Pescanova pertenece al grupo canadiense Cooke Seafood, que es propiedad del magnate Glenn Cooke.