El Puerto de La Luz y de Las Palmas es mucho más que una infraestructura marítima: es el motor económico de la ciudad, una puerta abierta al Atlántico y al mundo. Desde hace más de un siglo, conecta Gran Canaria con los principales mercados y rutas internacionales, al tiempo que forma parte inseparable del paisaje emocional e histórico de Las Palmas. Su dinamismo logístico y comercial impulsa el desarrollo de la isla, y su actividad constante refleja la vocación cosmopolita de una ciudad nacida del mar.