Hace unos meses, tras el intento de derribo, y posterior paralización de la demolición de la casa del doctor Bartolomé Apolinario gracias a la intervención de la Dirección General de Patrimonio Histórico comentamos que había sido la única casona salvada de la piqueta en toda la historia del paseo de Las Canteras.
Aclarando un poco esta afirmación hemos leído en la hemeroteca de la prensa una medida “temporal” adoptada en 1985 por el Ayuntamiento que capitaneaba el alcalde socialista Juan Rodríguez Doreste que evitó la “tentación” de derribar edificios históricos.
En el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria del 1 de marzo de 1985 se aprobó a propuesta del concejal delegado de Urbanismo, Domingo González Chaparro, la suspensión de licencias de nuevas construcciones en el paseo de Las Cantera. El motivo de esta paralización para las nuevas obras era que se iba a proceder a la elaboración del plan de ordenación de la zona. La idea era que la moratoria durará un año.
Pero no, unos meses más tarde, en el pleno municipal de junio se decidió levantar la suspensión de licencias para los edificios del paseo de Las Canteras impuesta en marzo.
La medida, tomada en su día para proteger determinadas edificaciones, fue considerada excesiva por los grupos del pleno. Tras la revocación se tomó en consideración que la paralización solo afectaría a determinadas construcciones.
Posiblemente las presiones empresariales hicieron que la suspensión de licencias para nuevos edificios en el paseo solo durará unos meses, pero esas semanas sirvieron para proteger en plena vorágine constructora algunos edificios históricos de Las Canteras que aún se mantienen en pie.
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