Sobre los años cuarenta y cincuenta, existía un torreón con un depósito de agua salada a 25 metros de altura en el lugar donde ahora se encuentra la plaza «circular» que divide a la calle isletera Agustín Ramos, junto a las «casas de El Carmen», entre las calles Bentagache, Faro y Coronel Rocha.
El agua de mar era bombeada a través de la Casa Roja, acumulándose en el depósito de la torreta. Los camiones municipales utilizaban esa agua salada para limpiar las calles y plazas de La Isleta.
Según las crónicas, en más de una ocasión se llenó la piscina del barrio con el agua salada del torreón.