“Me encontré en un mar en el que las olas de alegría y dolor chocaban entre sí”. Naguib Mahfouz

Lunes agradable, menos nubes por la tarde. Algo de nubosidad alta

El bar Texas: pura historia de los setenta

Todavía recuerdo la sensación que teníamos, en plena edad del pavo, al pasar frente a la entrada del Bar Texas, allá por los años setenta y ochenta.

Para nosotros, los de la pandilla de la Playa Chica, oír aquellas voces y risas que venían del interior del “Texas” en puro acento yanki era lo más inquietante para nuestro tumultuoso despertar juvenil.

Nos pasábamos tiempo imaginándonos y “cavilando” como podían ser aquellas fiestas diarias entre tejanos, rubias y los machotes locales de entonces, “envueltos” entre paredes llenas de recuerdos del estado de la Estrella Solitaria.

Eran buenos tiempos – sin lugar a dudas-  los dólares con olor a petróleo traídos de las grandes plataformas de la costa africana corrían de mano en mano.

Desde www.miplayadelascanteras.com queremos hacerle un pequeño homenaje a Antonio y Emilio: dos hombres que “llevan y atienden” este maravilloso lugar de la calle Sargento Llagas como si fuera el día de la inauguración, y eso ocurrió ya hace muchos años. Tino Armas

Antonio Araña (propietario):

Yo trabajo en esto desde hace cincuenta años, empecé con once años. Y, como siempre quise tener un bar, tuve la suerte de venir a trabajar cuando vino el turismo por aquí cerca, en un bar que se llamaba el Astor, que todavía existe, pero no es lo mismo que antes, porque tenía una clientela de americanos. Todos los americanos de las plataformas petrolíferas iban a tomar copas allí. Después, hicieron otro al lado, también para los americanos, y otro, que se llamaba el Pacífico. Eso eran los sitios donde se movían ellos y, un día, se me ocurrió poner un bar yo y lo puse aquí; le puse el nombre por ellos, porque todos ellos eran de Texas. Siempre tenía música “country” y, como los conocía, venían aquí. Me quedé con ellos y ésa fue la mejor época del bar. Después, he seguido hasta ahora.

Estos americanos trabajaban con sus plataformas en la zona de África, venían cargados de dinero y se gastaban sus dólares aquí y en otros sitios, cabarets, etc. En el año 73 abrí yo esto, pero ellos estaban aquí desde hacía veinte años, lo que ocurrió es que después se fueron hacia el 83. Yo me defendía con un dominio normal del inglés para trabajar con los americanos. Recuerdo que esto era una mina… Abría a las diez de la mañana y ya había, sin exagerar, 10, 15, 20 personas esperando. Abrir las puertas y cerrar a las tres de la mañana. Muchas veces, lo que decía era: “Venga, vamos a tomar una copa al Trébol, que los invito yo”. Eso lo hacía para que salieran ya, porque estaba harto de trabajar, así que nos íbamos a otro sitio a tomarnos una copa. Yo me tomaba la copa, los dejaba allí y me iba a dormir porque estaba hecho polvo. Así, día tras día.

Ahora el Texas está más tranquilo, pero también trabajamos bien con turistas, porque los poquitos turistas que hay siempre aparecen por aquí. Incluso, hay clientes extranjeros de mucha edad que vuelven siempre, porque son muy conocidos. La mayoría son mujeres que se enamoraron de camareros, por ejemplo, y vuelven, y tienen el recuerdo de todo eso; y, a lo mejor, la ves con un bastón ahora… La verdad, yo sentí una gran pena cuando el turismo se fue de aquí. Para mí son los políticos, es decir, como en el sur no había nadie, empezaron a coger gente de aquí y a llevársela allá. Yo me acuerdo que toda la calle Sagasta eran residencias, y por aquí siempre había alguna suelta, y no cuidaron esto. Entonces, arruinaron a los propietarios de las residencias de aquí y tuvieron que vender. Vendieron por cuatro perras. Pero si esta gente, vamos a suponer que fueran unas cuatro mil personas… ¿Tú sabes lo que son cuatro mil personas todas las noches en esta zona tomando una copa aquí o dando una vuelta? ¿Te imaginas el ambiente que da? Y… qué sé yo… a lo mejor en el sur hay, cuando está la época fuerte, unas 200.000 personas… Bien, pues si tú quitas cuatro mil personas del sur y las dejas aquí, eso no se nota allí y esto tendría entonces un gran movimiento.

Yo voy a mantener la misma decoración de entonces hasta el día que falle yo. Mucha gente no quiere ni pensar en que yo un día cierre esto, porque aquí tengo clientela canaria que vienen desde que eran chiquillos y ahora tienen cuarenta y pico, ya venían con dieciocho… Tengo clientes de esos, por ejemplo, un tal Horacio, el hijo de Macario el futbolista, ése viene aquí desde que era un chiquillo; tú lo ves dando vueltas, esperando a que abran, y se te mete y no se te va hasta… porque aquí está muy a gusto.

Por aquí han venido, incluso, periodistas suecos y yo sin saber nada, y ellos preguntando y, luego, en Suecia, me han dicho los clientes que habían hecho reportajes de aquí. Recuerdo a una periodista inglesa que escribió hace unos años a un periódico inglés, El Sol, me parece… y escribió eso que tengo ahí expuesto en la pared y dijo muchas cosas buenas de aquí. Ahora, por ejemplo, en la barra hay un sueco, dos de la Península, un noruego, etc., y están todos ahí, y no vinieron juntos, cada uno vino por su lado, pero se ven aquí todos los días y aquí todos se hacen amigos.

Yo me casé con una extranjera, pero no la conocí aquí, fue en el Astor, cuando yo trabajaba allí. Las fotos que se ven por aquí, decorando el bar son de clientes que han ido mandando sus fotos, son gente que vienen cada año, muchos son turistas, otros son de aquí, pero todos son amigos de todos. Yo soy consciente de que soy casi el último bar de aquella época dorada, pocos quedan ya, quizá de los últimos también era el Club 29 y cerró también. Creo que soy el último superviviente.

Emilio Monagas (QEPD) (empleado):

Yo llevo trabajando ya 30 años con Antonio en este bar: El Texas. Casi ha sido mi vida, esto para mí es como… aunque soy empleado, ¿no? La gente cree que los dos somos dueños, pero, en este caso, el dueño es él, ¿no? Pero bien, bien, bien, la verdad es que estoy aquí muy bien. Si Dios quiere, me pienso jubilar aquí. Yo tengo ahora mismo de 61 para 62 años, así que empecé a trabajar en este bar con treinta y pico, en plena juventud. Yo recuerdo la época de los americanos, eran unos hombres muy fuertes, rudos, venían de las plataformas… pero, a la vez, eran gente muy buena. De vez en cuando, había algún follón, pero eso dependía del nivel de las copas, aparte de los problemas que ellos traían… lo laboral… Bueno, ya se sabe lo que pasa en una barra, entre las copas, y se montaba aquí algún rollo que otro. Sin embargo, aquí dentro, nunca tuvimos problemas con ellos, porque cuando se iba a formar un follón, automáticamente, como ellos sabían lo que pensábamos nosotros, se iban fuera. Aquella época de turismo, con extranjeras saliendo y entrando, todas las noches el mismo ambiente, era maravilloso. Sí, yo lo echo mucho de menos. Si quieren que les diga la verdad, sí, se echa mucho de menos, tal como está el ambiente ahora… Por aquí, el ambiente no está muy bien de noche, a ciertas horas, no por la tarde ni a las diez, pero la gente monta cada número que no veas… Peligroso puede ser a las 4 o a las 3 de la mañana. Antes el ambiente era diferente, era diferente total. Todos los días era fiesta desde las 10 de la mañana, yo tenía, por ejemplo, el turno una semana de 10 a 7 y el otro de 7 a 3 de la mañana. Y después de salir de aquí, nos íbamos a bailar a veces, y al día siguiente, a trabajar. Aguantábamos porque teníamos treinta años… hombre, la edad, la edad. Ahora ya no se puede hacer, por supuesto.

Hemos tenido clientes muy queridos, entre ellos, el gran boxeador Cloroformo Cabrera, mi gran amigo Cabrera, mi compadre, lo mejor, ese muchacho era muy buena persona, y ahora mismo, el cliente más viejo que tenemos es un noruego que le llamamos Finn, que está viviendo aquí al lado. Vive aquí fijo, es pensionista. Yo lo conozco desde que empecé a trabajar aquí. Pero son tantos… que ahora no podría nombrarlos a todos.

Tino Armas/Teresa Iturriaga Osa

2004

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Comentarios

  1. Doris Syben:

    agosto 7, 2022

    Hola….
    Ayer he leído el articulo acerca el “Bar Texas” en Las Palmas…..me ha gustado mucho…tenia “mariposas”en el estomago….pensando…añorando….feliz de haber vivido..aquellos años locos..de Oct 1978 a April 1982
    El Bar Bar Texas era nuestro “meeting point”…y si..es cierto…entrabas en la Calle Sargento Llagas..y…era …”Pura Vida”!!
    Habia muchos Americanos de las plataformas…Ingleses…Suecos…gente de Norvegua…Alemanes..como yo…he hecho amistades ..que han durado hasta hoy!
    Antonio..Emilio..Sid…..Sandra…a vezes vuelvo…siempre es un placer de entrar alli…charlat con Antonio y Sandra!
    Habia muchos lugares ….Playa Chica..que bonita…El Bar Condi…con Richard…de Panama…el Bombin…Playboy’s…que pasada…El Bar “Papi”s’..el Saxo…
    Luego…El parque Santa Cristina…Lolita…vendidiendo chiclets y…su “filosofia”…el perro mas famos de Las Canteras..Collin..o Coleen…tengo photos ..me gustaria publicarlo!!
    Las Palmas….su gente caloroso…simpaticos…estan en mi corazon para siempre!!Y..Las Canteras..para mi…la playa mas bonita del mundo!

  2. Luis Suarez:

    octubre 12, 2018

    hola, yo soy un canario que por circunstacia de la vida fui a para a la peninsula hoy dia vivo en un pueblecito de malaga, y hecho de menos mi tierra que tanto quiero, mi infacia que pase en la calle salvador manrique de lara y los años de mi juventud en las cantera con la pandillita que teniamos y nos reuniamos a diario , por aquel entonces habia una caseta de obra en la misma arena , era de la cruz roja y alli nos acoplabamos todos los dias , charlabamos jugabamos y en ocaciones hibamos al Pachichi que todavia esta abierto , añoro a todos ellos y daria lo que fuera por encontrarlos y charlar de esos tiemposaunque sea solo unos minutitos .

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