Buscando en papeles y apuntes, me encontré esta receta que me fue facilitada hace ya bastantes años, en un bar de tapas llamado Los Herreños (no El Herreño), por la zona de La Puntilla, en Las Palmas de Gran Canaria. Y la encontré bastante interesante por la forma en que elaboraban este plato, que con su peculiar sabor y textura, lo hacen ser una manera distinta de saborear el pulpo.
Ingredientes:
Un kilo de pulpos pequeños.
Un manojo de perejil fresco.
Unos dientes de ajos.
Unas hojas de laurel.
Un limón.
Sal marina.
Aceite de oliva.
Vinagre blanco de vino.
Elaboración:
Limpiamos bien los pulpitos y los lavamos con agua fría. Calentamos agua con sal, medio limón y las hojas de laurel. Cuando el agua esté hirviendo, agregamos los pulpitos. Cuando veamos que están cocidos, los sacamos, los secamos bien y los reservamos. En una bandeja, colocamos el perejil y los ajos picados, cubriendo toda la base con el vinagre y un poco de sal. Extendemos todo sobre la bandeja. Calentamos aceite en una sartén y salteamos los pulpitos (que deben estar bastante secos), sin dejar que se frían. Los sacamos de la sartén y los colocamos sobre el picadillo de perejil y ajos en la bandeja. No es necesario añadir más aceite, ya que los pulpitos ya estarán aceitosos del sartén. Podemos servirlos acompañados de unas papas arrugadas.
Receta de Juan Izquierdo.
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