Lo sorprendente del hallazgo es que, tras leer su microchip, los veterinarios descubrieron que Wednesday había sido rescatada ocho años antes en Gran Canaria, a más de 6.000 kilómetros de distancia.
En 2016, esta tortuga boba (Caretta caretta) apareció varada en la Playa del Risco (Agaete), enredada en una red abandonada junto a otro ejemplar. Gracias a la intervención de varios vecinos y a la colaboración del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, pudo ser atendida, curada y devuelta al mar un mes después en el Puerto de las Nieves. En aquel momento pesaba unos nueve kilos, y fue marcada con un microchip identificativo antes de su liberación.
Ocho años después, Wednesday fue localizada de nuevo en el otro lado del Atlántico, ya convertida en una tortuga subadulta de casi 40 kilos de peso.
Este caso constituye el primer registro documentado de una tortuga marina recuperada y marcada en Canarias que reaparece en aguas de Estados Unidos, un hecho que demuestra la importancia de la cooperación internacional en la conservación marina.
La identificación ha sido posible gracias a la Red de Varamientos de Tortugas Marinas de Canarias (RedTORCAN), un programa financiado por la Fundación Biodiversidad que coordina el trabajo de los distintos equipos de rescate, recuperación e investigación del archipiélago y mantiene comunicación con redes similares en todo el mundo.
La historia de Wednesday es un testimonio del esfuerzo conjunto entre instituciones, científicos y voluntarios que trabajan por la protección de las tortugas marinas en el Atlántico. Un viaje de ida y vuelta entre Canarias y América que simboliza la resistencia y la esperanza de estas especies amenazadas.