En cualquier güachinche a lo largo de la costa norte de la isla de Tenerife, es común encontrar este plato peculiar. Como hemos mencionado en otras recetas de este molusco, existen diversas maneras de preparar el choco. La que presentamos aquí se distingue de las preparaciones de la costa de Levante por la inclusión de semillas de cilantro, que le confieren un aroma y sabor distintivamente nuestros.
Ingredientes:
Choco: uno grande o dos medianos (en la península le suele llamar sepia).
Cuatro papas medianas y una cebolla.
Dos tomates medianos y arvejas (cinco o seis cucharadas).
Un pimiento verde largo y cuatro dientes de ajos.
Laurel, una hoja.
Un vasito de vino blanco.
Cinco o seis cucharas de aceite de oliva con dos vasos de agua.
Sal gruesa marina.
Colorante alimenticio (opcional), un par de semillas de cilantro.
Elaboración:
Pelamos la cebolla y la picamos muy finamente. Lavamos el pimiento y lo cortamos en trozos pequeños. Pelamos los tomates, retiramos las semillas y los picamos muy finos. Pelamos los dientes de ajo y los picamos finamente.
Cortamos el choco limpio en trozos de aproximadamente un dedo de largo y grueso (o más pequeños si prefieres). Reservamos.
En un mortero, picamos un diente de ajo, las semillas de cilantro y unos granos de sal gruesa; los machacamos bien y reservamos.
En una olla, calentamos el aceite a fuego medio. Añadimos la cebolla, el pimiento y el ajo preparados. También incorporamos la sal y una hoja de laurel. Cocinamos a fuego lento hasta que las verduras estén bien blandas.
Cuando esté listo el sofrito, añadimos el tomate y cocinamos a fuego más alto durante 10 minutos.
Luego, añadimos el choco cortado en trozos y removemos durante un par de minutos. Después, incorporamos el vino blanco y la mezcla machacada de ajo y semillas de cilantro, removiéndolo durante 1 minuto mientras se reduce el vino.
Añadimos el agua y dejamos cocinar a fuego medio durante 15 minutos. Si deseas intensificar el color, puedes agregar colorante o unas hebras de azafrán.
Mientras tanto, preparamos las papas. Las pelamos, lavamos y las cortamos en trozos.
Pasados los 15 minutos, añadimos las papas y dejamos cocinar hasta que estén tiernas (entre 15 y 30 minutos, dependiendo del tipo de papa y del tamaño de los trozos).
Si usas arvejas congeladas o frescas, agrégales a la vez que las papas. Si son arvejas enlatadas (ya guisadas), añádelas cuando las papas estén a punto, unos 10 minutos antes de que estén blandas.
Cuando las papas estén tiernas, prueba el caldo y, si es necesario, añade sal al gusto. ¡Y así tienes el plato listo para degustar! ¡Buen provecho cristiano!
Receta de Juan Izquierdo