Uno de nuestros peces más comunes es el lebrancho, lisa o tabaga. Pueden llegar a medir los 75 cm.
Aficionado a las zonas poco profundas, se le ve nadando en grupos. Frecuentes en playas, zonas portuarias, y charcos intermareales.
Se alimentan de pequeños invertebrados, de algas y de «materia orgánica». Se suelen agrupar en los entornos de los vertidos de aguas residuales o emisarios submarinos.
Los pescadores los engoan con pan para pescarlos con poteras (anzuelo triple).