Tenis playa en Playa Grande: el Sand Series Classic ITF BeachTennis ya está en marcha. Este viernes arranca a partir de las 10:00h con la presencia de los mejores jugadores del mundo.
Hace ya bastante tiempo que vivimos cerca de Las Canteras; alguno más que tan solo la disfrutábamos cuando veníamos a la playa, y muchos años de los paseos camino de casa de los abuelos en la calle Pescadería, tras el Mercado del Puerto con la calle Rosarito.
Con el paso del tiempo hemos venido observando la transformación general del Paseo de Las Canteras, de su superficie, siempre en aumento, de su pavimento que pasó de una loseta de formato cuadrado a base de iguales dispuestos concéntricamente con sus surcos “cigarrillo” entre ellos, para pasar a otro también cuadrado, pero sin dibujo, de superficie rugosa “antideslizante”, en blanco y rojo, hasta llegar a nuestros días, con un adoquinado de color rojo de formato pequeño que permite dotar a la superficie de un mayor dinamismo visual y geométrico.
La barandilla, elemento común en todo su recorrido, antaño de madera, que se repintaba puntualmente, capa sobre capa, y hoy sustituida por una de acero “casi” inoxidable, los relojes, las cabinas de teléfono, los bancos y las papeleras, todo el mobiliario urbano ha ido cambiando con el paso del tiempo y realmente las de hoy son más hermosas.
Los edificios, algunos los de siempre, otros se han ido transformando de apartamentos de alquiler a primera residencia y pisos mayores y también, los hubo que ya no están, demoliéndose para dar paso a otros más modernos que aún convivirán durante muchos años más con las casas originales de las primeras familias que llegaron al istmo en su cara de poniente.
Y hoy, que, cada vez con más asiduidad, vamos al Paseo o la playa, como hace 30 años ya, seguimos pensando en que quizás algún día podamos vivir en “primera línea”, bueno, o en alguna perpendicular, o en alguna secundaria, pero siempre, me planteo la misma cuestión, el estado en que se encuentran las edificaciones y el entorno urbano que las rodea.
La experiencia acumulada después de varios años en la rehabilitación del Parque Residencial y el Paseo permite extraer entre otras conclusiones que es imprescindible mantener y conservar para optimizar recursos económicos y aumentar el grado de satisfacción de los usuarios y para ello es necesario un cambio de mentalización tanto de las Administraciones Públicas como de los usuarios, técnicos y promotores que terminase con la pasividad imperante respecto del uso, mantenimiento y conservación.
Es preciso recuperar los ritos temporales del mantenimiento y conservación de las casas y las cosas, porque su ausencia y la sociedad de consumo, que no conduce a conservar, sino a tirar y sustituir induce a creer que los edificios se construyen para durar eternamente sin que debamos hacer nada por ello y sin la intervención mantenedora de los usuarios para alargar en lo posible su vida útil.
Además de ser expresión de la arquitectura en mayor o menor medida, los edificios y el espacio urbano son también objetos físicos localizados en un ambiente determinado. Como objetos físicos, los edificios sufren un inevitable deterioro, consecuencia, por un lado, de la agresión natural de los agentes atmosféricos, así como, por otro, de la artificial de los distintos usuarios, tanto directas como indirectas, además de los posibles “vándalos” callejeros (perros, gatos, palomas, etc.).
Para combatir ese deterioro disponemos de varias alternativas; medidas de prevención en el proceso de decisiones de proyecto y construcción, intervenciones de reparación cuando el proceso lesivo muestra sus consecuencias y, sobre todo, medidas de conservación y mantenimiento a lo largo de la vida del edificio sin esperar a que los procesos patológicos generen las consecuentes lesiones.
El cambio de denominación de la playa de Guanarteme a La Cícer no se debió a una decisión administrativa formal, sino que fue un proceso gradual, impulsado por la presencia de la central eléctrica y su influencia en la identidad local
Las dos ciudades atlánticas colaboran en proyectos europeos de regeneración de espacios públicos litorales y comparten experiencias el turismo, deportes como el surf y movilidad sostenible
Esta plantilla reflejaba una combinación de jugadores locales y refuerzos internacionales, como los centrocampistas Kostadin Yanchev (Bulgaria) y Edin Ćurić (Yugoslavia), y el delantero Daniel Vidal (Uruguay). La temporada 1990-91 fue una etapa de transición para el club, que buscaba retornar a la Primera División tras su descenso en la campaña 1987-88
La cita en el muelle de Sanapú incluye visitas guiadas, paseos náuticos, exhibiciones y actividades para toda la familia, junto a la oferta de los principales actores del sector marino-marítimo y náutico en Canarias