“Cuando dos caminos se separan… toma aquel que se dirija a la playa”. Hannah McKinnon

La tarde es soleada

Ser player@, de la Playa de Las Canteras. Juan Boza: Siempre la playa era el centro de nuestras vidas

Foto. Juan Boza en 1955.

Tú pasado

1) Miplaya: Descríbanos su primera experiencia playera. Retroceda en el tiempo y háblenos del recuerdo más antiguo de usted en la playa de Las Canteras.

-Retrocedo en el tiempo y me situó con 6 años en el 1943. Como canterano es entrar en un agradable sueño. Sí, igual que los de un niño a esa edad, lleno de vivencias agradables en el entorno de la playa de Las Canteras y así lo haré en dos momentos tan infantiles.

Mi playa fue para mí, desde temprana edad, como un collar de perlas, donde cada una de ellas representa una imagen puntual en donde disfrute muchas horas y días.

Nací a pocos metros de la orilla del mar, digamos siete metros cuando estaba en pleamar. Fue ahí en el Charcón en la casa número 114 en aquel entonces, después el 57. Hoy apartamentos el Charcón.

Las casas estaban separadas de la playa por un muro gris oscuro de piedras que venía desde la Playa Chica, entonces estaba el colegio femenino Viera y Clavijo y acababa donde hoy esta la calle Olof Palme pero que entonces justo a la altura de la línea del muro había una caseta de la luz, le llamábamos el torreón de la luz. En su puerta tenía el cartel bien visible de la calavera “peligro no tocar”. Entre el muro y las casas a lo largo y ancho, tierra y piedras. Bueno, había una estrecha acera, que no seguía una línea digamos muy convincente, ahora subía, después torcida, una baldosa levantada o la falta de bordillo.

Justo delate donde hoy esta la plaza Pinito del Oro, la calle hacía un entrante, y en ese entrante bajaba una escalera recta hacia la playa, orientada a la calle, no tenía barandas. Recuerdo que en días de maniobras del ejercito y la marea estaba algo alta, bajaban los oficiales a caballo por ella. Luego galopaban hasta el Rincón y volvía a subir al regresar. Esta escalera tenía una peculiaridad. En los días de mareas del Pino ( entonces me parece que las olas eran más bravas) rompían contra el muro, con un batacazo tremendo aquello tronaba y se levantaba una columna de agua de hasta diez metros, al caer se esparramaba y tenía un vertiente hacia la escalera, ¡guau! La escalera se convertía en el cause de una cascada. Claro aun no había terminado el efecto de una ola que volvía otra. Para mi quedo marcado esas imágenes y lo que yo corría para tras y para delante, para ver el efecto cascada, y mientras me bañaba de lo lindo con el agua cuando caía. Mi otro recuerdo infantil fue justo debajo de mi casa, adosado al muro, había un una especie de bunker, pero era una cloaca abandonada. Era un recinto de unos seis metros de largo por tres de ancho aproximadamente, nunca lo medí. En medio en la parte superior tenía un agujero cuadrado. Y Aquí viene el recuerdo que no me ha hecho olvidar esa dichosa cloaca.

Una mañana temprano cuando las pocas gentes que acostumbraban pasar por delante de casa hacia sus obligaciones del día por ejemplo el padre de los hermanos Momo el Sr. Montesdeoca, yo me acerque al muro. La marea estaba bien vacía se contemplaban todos los mariscos ( las rocas) de las que guardo buenos recuerdos dentro de mi collar de perlas. En fin a lo que iba: Me asomo, miro hacia abajo y veo salir de forma rápida un hombre vestido como los nazarenos de Semana Santa de color marrón oscuro con la capucha puesta. Pegue un salto, se me puso el corazón a cien y corrí para casa, en un santiamén estaba en el fondo de mi casa que tenía 40 metros de largo. Allí estuve un rato pensando y recordando al hombre. Por fin lo conté. Me aclararon que pudo ser un moro que paso la noche allí dentro.

2) Miplaya: ¿Cómo era la playa de su juventud? Amigos, vecinos, familias, ¿cómo la disfrutaban?, ¿qué hacían?, etc.

– Mi parcela de Las Canteras, estaba comprendida desde el Charcón a La Cicer y a coger burgados al Rincón. En el Charcón y Peña la Vieja para nadar, pescar y remar, La Cicer para jugar partidazos al fútbol. Era toda una playa tranquila, con muchas más rocas o mariscos como decimos en nuestra jerga canaria. En aquel entonces el grupo de amigos entre los once y doce años nuestra afición era competir en bucear (magullar), quien hacía mas metros a lo largo del Charcón. Por cierto dentro del Charcón, digo dentro porque estaba rodeado de muchos más mariscos, que hoy han desaparecido, podías ver una variedad de peces como eran: viejas, fulas, geldes, sargos, panchonas, roncadores, barracos, tamborines, chocos, barrigudas, tapaculos y unas lapas que no son tales con una concha ovalada y una serie de agujeritos alineados en uno de sus laterales, su interior con brillo intenso de nácar. Le llamamos almejas de una concha.

El Charcón fue una pecera gigante donde era un placer estar.

Los amigos nos reuníamos también para salir en bote. Nos íbamos a las barras, allá imitando piratas.

El abordaje a las barras era todo un historial. Uno tiraba el garfio para engancharnos a la roca, desembarcábamos y buscábamos algo que llamara la atención como un posible botín, igual era una jaca peluda, un pulpo o una piedra rara. De regreso alguno daba ordenes de ¡apretar trinquete! ¡Subir la vela mayor!. No había pero la imaginación volaba.

Las familias del barrio, todas nos conocíamos. Me permito nombrar las que más recuerdo siguiendo un orden desde la calle Nicolas Estevanes: Bello, Hernadez, Armas, Margarita (una Sra. alemana) Los Portugueses, Miranda, Ravelo, Molina, Chirino ( mi familia), Fabre, Nagore, Monzón, Pichi y familia, Facundo y familia, Roque, Junco, Gallego, Artiles, Gamez, Betancor( vienen más tarde al barrio) Ravelo, D. Matías el cura y Marrero.

Los mayores de esta familia por las tardes hacían sus grupos que hablaban de sus cosas. Lo que si nos inculcaban era el cuidado que debíamos prestar a la playa, nos hacían reflexiones para como respetar nuestra playa. A tal punto que si veíamos a alguien, algo que no debía, los chiquillos ya nos preocupábamos de dar el aviso. Igual les avisábamos que no se bañara por tal lugar que había corriente, o no ensucies la playa. Alguna vez gritamos ¡meón!

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3) Miplaya: Atrévase y cuéntenos su anécdota playera, la que siempre quiso contar y nunca se atrevió.

– Tengo ya 18 años, entonces estudiaba inglés y estaba en el muro de la azotea de casa mirando el charcón. En la plaza Pinito del Oro, solo había tres bancos de madera y una pocas flores, se sienta una chica rubia platino muy guapa yo me dije ¡una sueca!, me falto tiempo para bajar y acercarme a ella. En inglés la saludo, le pregunto como está, y le digo que estudio ingles, sino le importa que practiquemos un poco, por eso de la pronunciación. La chica me mira, me lanza una sonrisa, me deja algo pasmado, me sigue mirando por unos segundo y me responde con mucha dulzura. Yo soy de Madrid y no creo que tenga el acento suficiente para que aprendas conmigo. Me dio la mano y se despidió muy educadamente.

4) Miplaya: ¿Qué ha significado para usted en su forma de ser considerarse “Player@ de toda la vida” de Las Canteras? .

– Para mi ser “playero de toda la vida” es como ser un Templario de la edad media. Defensor de las riquezas naturales que guarda nuestra querida playa de Las Canteras. Esté donde esté,

El presente.

5) Miplaya: ¿Cómo ve la playa y el paseo de Las Canteras en la actualidad? ¿Qué haría en general para mejorarla ?) .

– El Paseo de Las Canteras hoy esta muy distante de aquel paseo nada materialista. Eran contados los bares o restaurantes que existían y que estaban en la zona playa grande entre Muro Marrero y La Puntilla. No se veía la invasión de mesas y sombrillas que impiden la vista general y cómoda de la playa ahora en casi toda su longitud.

Las personas parecen que tenían mas cuidado con el medioambiente. Respetaban las cosas.

Los amigos de lo ajeno, si actuaban, creo que lo hacían aprovechando alguna fiesta popular. Esperando el despiste. Pero en la playa nunca oí tales desmadres.

Luego se ha dejado acumular demasiado arena. Lo que según parece esta acelerando la eliminación de toda vida natural tan rica años atras.

Por supuesto mejorando en mucho la vigilancia de seguridad para ciudadanía.

La limpieza en la concienciación de las personas. Desde las escuelas y familias.

Extrayendo arenas sobrantes

6 ) Miplaya: ¿Qué diferencias existen entre la manera de disfrutar la playa de su juventud y la actual?.

– Estábamos más pendientes a entretenernos con actividades. Juegos playeros como era nadar, bucear, remar, pescar, piola, fútbol. Más sedentarios como el juego del “clavo” las cartas sin dinero, contar chistes. También hacer guerreas entre barrios en la playa, acababan bien. Jugar a indios, policías y ladrones al escondite, a calambre, fútbol con chapas(tapas de botellas). Claro todo según la edad. Luego llego el tiempo de pasear con las amigas. Quedar para el cine, el guateque.

Pero siempre la playa era el centro de nuestras vidas.

7) Miplaya: ¿Qué consejos le daría al actual Concejal de Playas para mejorar la playa y el aspecto del paseo?.

– Si lees lo anterior sacaras conclusiones. En esta web son muchos los que han dado sugerencias para mejorar lo nuestro, que es La playa de Las Canteras, para disfrute también de todos aquellos que vienen con esa idea de otras partes del mundo.

El futuro

8) Miplaya: ¿Qué problemas y peligros cree que pueden afectar a la playa de Las Canteras en el futuro?.

– Los problemas más inmediatos para el futuro, aparte de los que no se resuelvan ya según el apartado “El presente”, dejar de ser una playa atractiva para el turismo. Desaparecerá la fauna autóctona. Y lo más importante bajo mi punto de vista la desvalorización del suelo.

9) Miplaya: ¿Qué soluciones daría usted para resolver tales problemas?.

– La racionalización del entorno. Fijar objetivos de efecto turístico de calidad. Adecuar la zona con medios de vigilancia ciudadanía más eficaces. Reactivar la extracciones de arena con el suficiente cuidado para no estropear los fondos marinos y la fauna que queda y repoblación. Creo que aquí esta el freno actual de cómo extraer sin dañar. Ha pasado demasiado tiempo y se ha acumulado muchísima arena.

10 Miplaya: ¿Cómo se imagina la playa de Las Canteras dentro de unos años?.

– Resumiendo. La playa va tal como la vivo a una situación caótica. De la misma forma que los templarios de la edad media fueron reduciéndose y con ellos sus ilusiones maltrechas, así los canteranos de toda la vida veremos como nuestra querida playa, se desmorona en la dejadez y el olvido de las autoridades capitalinas pasadas, presentes y posiblemente futuras. Entonces queridos amigos, también pasarán ha ser un recuerdo.

Que sirva estas encuestas de apoyo para los canteranos actuales y venideros, para que no desfallezcan en el intento de lograr hacer resurgir la playa que siempre fue. “La corona del reino”.

Juan Boza Chirino.

 

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