El caldo de papas es otro de los exponentes de la cocina canaria, pero sobre todo de la cocina más humilde de la Isla. Y es que este plato es muy fácil y económico, de hecho, sacó de algunos apuros a muchas familias en épocas de carestía.
También se le puede denominar caldo cilantro: este componente es vital a la hora de darle sabor pues se le pone más cantidad. Pero, además, si a este caldo, de papas o de cilantro, se le añade huevo, puede recibir la denominación de caldo macho o caldo de huevo.
Uno de los componentes básicos de este plato son las papas, base de muchas de las comidas más características de Gran Canaria.
Texto de la FEDAC (Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria).
Ingredientes:
1 pimiento verde grande.
1 cebolla grande.
5 dientes de ajo.
2 tomates.
1 manojo de cilantro.
10 papas medianas.
1 pizca de colorante.
6 huevos.
Aceite, sal y agua.
Elaboración:
En un caldero, añadimos el pimiento partido por la mitad, la cebolla cortada en cuadraditos, los tomates enteros con un corte en cruz y un buen majado hecho con los ajos, el cilantro (solo las hojas) y un chorro de aceite. Cubrimos con agua hasta la mitad de la capacidad del caldero y lo llevamos a fuego medio durante 45 minutos aproximadamente, añadiendo sal al gusto. Mientras tanto, aprovecho para pelar las papas, cortarlas en cuadrados, lavarlas y reservarlas.
Pasado el tiempo de cocción, retiro el pimiento y los tomates, los trituro con una batidora de mano y vuelvo a añadirlos al caldero, junto con las papas y una pizca de colorante.
Quince minutos después, añado 2 huevos batidos y les doy una vuelta. Antes de apagar el fuego, añado el resto de los huevos enteros, cascándolos e incorporándolos separados, uno por cada lateral del caldero. Esperamos un minuto y, ahora sí, apagamos el fuego.
Tapamos el caldero para que los huevos cuajen durante diez minutos y ¡listo! ¡Ya tenemos nuestro caldo de papas canario! ¡Espero que les guste!
Entre los asistentes a la inauguración sobresalió singularmente la presencia de “Miss Escandinavia 1968”, quien deslumbró con su extraordinaria belleza y simpatía