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A mitad del mes de mayo, el Ayuntamiento presentó el Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua 2024-2033, un ambicioso proyecto que cuenta con una inversión de 857 millones de euros.
El Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua 2024-2033 es una iniciativa que busca renovar y modernizar las infraestructuras hidráulicas de Las Palmas de Gran Canaria, adaptándolas a las demandas presentes y futuras del municipio, especialmente para prevenir los efectos del cambio climático. Este plan incluye la construcción de una nueva depuradora y una nueva desaladora en la zona norte de la ciudad. Además, se llevarán a cabo más de un centenar de intervenciones y se construirán 52 nuevas infraestructuras. También se actuará sobre más de 1.000 km de redes, entre las que se renueva y amplían, y se mejorarán todas las instalaciones existentes.
Uno de los objetivos principales del plan es alcanzar el vertido cero. Esto significa que se eliminarán más de un centenar de puntos de vertidos al mar hasta alcanzar una cuota cero. En este sentido, el plan podría tener un impacto positivo en la solución de las escorrentías del barranco de la Ballena en Las Canteras.
Ya en noviembre de 2023, la concejala Inmaculada Medina, responsable del Área de Coordinación Territorial, Aguas, Carnaval y Fiestas, anunció la construcción de nuevos tanques de tormentas en la red pluvial existente. Estos tanques se situarían junto al Auditorio Alfredo Kraus y en el campo de golf Las Palmeras, y su función sería recoger el caudal de gran parte de la cuenca de La Ballena.
Además, se desviará el barranco de La Ballena hacia el barranco de Tamaraceite mediante una nueva línea de conducción entre ambas cuencas. Medina también anunció en esa fecha la creación de un tanque lineal en el barranco de La Ballena, que servirá para retener el agua y evitar que desemboque directamente en la playa de Las Canteras.
Todas las acciones anunciadas en 2023 están dentro de este plan estratégico ahora presentado a la opinión pública.
Como todos saben, estas riadas de agua, que llegan -cuando caen cuatro gotas- desde la red de fluviales y del alcantarillado de zonas más altas de la ciudad, convierten la playa en un lugar insalubre. Todos hemos visto las tristísimas imágenes de la Cícer cuando esto ocurre. Algo parecido ocurre cuando las lluvias son más intensas y es necesario abrir las compuertas del depósito de tormentas de la calle Churruca, vertiendo enormes cantidades de aguas sucias a la playa.
Tras la aprobación de esta nueva y ambiciosa hoja de ruta por el pleno municipal, se percibe en el horizonte -aunque aún muy lejano- la solución a este grave problema que tenemos con las escorrentías en la playa de Las Canteras cada vez que llueve, tanto por el barranco de La Ballena como por el depósito de tormentas de Punta Brava (calle Churruca).
Solo el paso del tiempo dirá si se ha ejecutado lo anunciado dentro del Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua 2024-2033 y si las escorrentías del barranco de La Ballena y las aguas sucias de Punta Brava se convierten en solo un recuerdo en la historia de Las Canteras.