La acelga es originaria de los países europeos de la costa mediterránea y del norte de África. Se sabe que ya se consumía en el siglo I. Fue cultivada por los griegos y los romanos, y los árabes desarrollaron su producción, descubriendo sus propiedades medicinales. En Canarias, llegó posteriormente a la Conquista en el siglo XV y ha formado parte de la dieta del campesino canario en los meses de otoño e invierno. En esos meses se recolectaba después de las lluvias, ya que en la mayoría de los casos crecía en las tierras de cultivo, aprovechando la humedad de otros cultivos sin necesidad de ser cultivada.
Ingredientes:
1 manojo de acelgas.
4 tomates grandes y maduros.
1 cebolla grande.
2 o 3 dientes de ajo.
1 guindilla, «de las nuestras».
2 papas grandes.
1 chorizo de guisar, el que le decimos de “cantimpalo”.
Sal marina.
Caldo de verduras (o agua y pastilla concentrada de verduras).
Aceite de oliva.