La Federación Ben Magec- Ecologistas en Acción le pide al Gobierno de Canarias una nueva moratoria turística

La Federación Ben Magec- Ecologistas en Acción exige al Gobierno de Canarias que ponga freno a la ocupación hotelera y pide una nueva moratoria turística.

Ecologistas demandan al ejecutivo que paralice los nuevos proyectos destinados a la creación de nuevas plazas turísticas y replantee el modelo de desarrollo para el archipiélago ante la emergencia climática y la crisis energética.

La federación ecologista considera una gran irresponsabilidad y falta de visión de futuro que, en el actual contexto de crisis climática y de escasez de recursos energéticos, se siga apostando por el crecimiento turístico sin límites. La crisis ecológica por la que atraviesa el mundo globalizado obliga a la revisión del modelo económico canario y a un necesario decrecimiento de las actividades económicas altamente contaminantes y dependientes de los combustibles fósiles como la turística.

A diferencia de otras regiones como Islas Baleares, que lleva años aplicando una ecotasa que grava la actividad turística para compensar impactos sociales y ambientales, o la reciente entrada en vigor de la “Ley de circularidad y sostenibilidad turística”, que entre otras medidas incluye una moratoria o prohibición de nuevas plazas hoteleras así como el decrecimiento de las mismas, en el archipiélago canario, lejos de apostar por la contención de la actividad turística y rehabilitación de la planta alojativa obsoleta, se sigue facilitando la especulación en el litoral y la construcción de más establecimientos hoteleros.

El modelo turístico canario se ha caracterizado desde sus inicios por tener una vocación claramente invasiva y especulativa en el territorio, enfocado hacia un turismo de masas y aportando un bajo valor añadido, privatizando los grandes beneficios de la especulación urbanística y de la actividad turística mientras se socializan las pérdidas y los costes sociales y ambientales.

Además, ha traído consigo un elevado consumo de recursos (suelo, agua, combustibles fósiles, etcétera) y la generación de gran cantidad de residuos y contaminantes (residuos sólidos, aguas residuales, gases de efecto invernadero…) demandando a su vez grandes infraestructuras (aeropuertos, carreteras, redes de saneamiento, redes eléctricas, etc) y servicios de mantenimiento financiados con dinero público; convirtiéndose en una actividad cada vez más insostenible, en un archipiélago con alto valor ecológico y escaso territorio. Lejos de cumplir las continuas promesas de traer riqueza y prosperidad a los canarios y canarias, la realidad es que seguimos siendo una de las regiones con mayor índice de pobreza y desigualdad de todo el Estado español, con una tasa de desempleo estructural en torno al 20%, con empleos precarios y de baja cualificación.

La historia nos ha enseñado los efectos perversos que el actual modelo turístico lleva aparejado, vinculados a la ocupación masiva del litoral ha ocasionado daños ambientales irreparables, fragmentando los ecosistemas costeros y afectando gravemente a hábitats y especies endémicas, socavando a largo plazo los propios atractivos turísticos. La falta de planificación urbanística de gran parte gran parte del litoral canario, en donde los hoteles y urbanizaciones turísticas han ocupado lugares privilegiados, mercantilizado las playas convirtiéndolas cada vez menos accesibles para el uso y disfrute de la población local, ha ido generando un creciente rechazo en la población local.

Por su parte, la Ley de islas verdes y la nueva Ley del Suelo, ha supuesto la expansión del modelo especulativo al medio rural y a las islas occidentales, dificultando el acceso al suelo y al agua a la población local para el desarrollo de la actividad agraria frente a la actividad turística, normalmente de iniciativa foránea.

Las acciones de protesta, sucedidas tanto contra el Hotel La Tejita el pasado año como contra el Hotel Cuna del Alma el presente verano, así como la cantidad de conflictos abiertos por la ocupación fraudulenta de la costa (Oliva B,Tres Islas, Hotel Oasis etc.), no son más que el reflejo del sentir generalizado del pueblo canario, que está cansado de ver cómo se destruye el territorio y así lo ha venido manifestando en múltiples ocasiones a lo largo de las últimas décadas, mientras la clase política mira hacia otro lado. Estos nuevos proyectos no son casos aislados, sino que se suman a larga lista de despropósitos que han ocupado suelo con alto valor ecológico con una total ausencia de transparencia y rigor. 

Estamos inmersos en una crisis crisis climática sin precedentes asociada a la quema de combustibles fósiles que hace necesario apostar por una economía baja en carbono, que favorezca aquellas actividades que signifiquen una apuesta real por la economía circular y plantee el decrecimiento paulatino de aquellas más contaminantes como el turismo. A su vez, la guerra en Ucrania ha puesto en evidencia la escasez de combustibles fósiles a la que se enfrenta la humanidad, por lo que resulta incomprensible que en el archipiélago canario se siga apostando por este modelo económico. Sin duda, el futuro no es nada halagüeño con los modelos altamente dependientes de los combustibles fósiles como el nuestro, por lo que una apuesta por la mitigación y la adaptación al cambio climático, tantas veces anunciada por el gobierno autonómico, no es compatible con seguir apostando por la implantación de nuevas urbanizaciones hoteleras y el aumento de las camas alojativas.El sector turístico canario debe jugar un papel más distributivo de la riqueza desde la intervención de las administraciones públicas.

Desde la federación ecologista canaria exigimos al ejecutivo regional que sea responsable, que demuestre visión de futuro y ponga freno al crecimiento del sector turístico apostando por otro modelo económico más justo y sostenible, que sea compatible con la estrategia global contra el cambio climático.

Queremos transmitir además nuestro apoyo y agradecimiento a los compañeros y compañeras que están encadenadas a la maquinaria, exponiendo sus cuerpos, para paralizar la urbanización turística “Cuna del Alma“ en el Puertito de Adeje Tenerife,por el compromiso y la valentía demostradas en la defensa del bien común y el patrimonio colectivo frente a los intereses particulares y el incumplimiento de las leyes ambientales. Nos toca decir de nuevo „Canarias tiene un límite, ni una cama más“.

Nota de prensa

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