Los tractores trabajaban en la playa de La Cícer mientras se construía el “mamotreto”.
Se denominó “mamotreto” a la estructura levantada en la parcela de La Cícer, donde actualmente se encuentran la pasarela y el gimnasio. La intención inicial era construir un aparcamiento, pero solo se completó una planta.
La construcción de dicho aparcamiento fue adjudicada en diciembre de 1998, junto con la ampliación del paseo de Las Canteras hasta el Auditorio Alfredo Kraus. Sin embargo, nunca llegó a usarse, ya que en 2001 fue paralizada por el entonces alcalde, José Manuel Soria, gracias a la presión y movilización vecinal.
En esta obra inservible, realizada pese a la oposición ciudadana, se invirtieron 3 millones de euros provenientes de fondos europeos. El proyecto fue calificado como un capricho político innecesario y costoso.
Los vecinos recogieron más de 10.000 firmas en contra de la construcción y llevaron a cabo numerosas movilizaciones, incluidas un encadenamiento y una denuncia ante la Comisión Europea.
Finalmente, el 31 de mayo de 2017, comenzó su demolición, poniendo fin a una obra que nunca debió haberse construido.