En Punta Brava, como ustedes saben, hay una serie de estructuras de cemento que caminan hacia la Barra Amarilla. Son los popularmente llamados pilones, llevan ahí desde hace más de 60 años y en su época se colocaron para sujetar una tubería submarina que traía agua limpia de un charco de la Barra, usada para refrigerar las turbinas de la vieja fabrica de la Cicer. El agua viajaba a través de los pozos que están enterrados bajo la arena y que suelen aparecer cuando las mareas fuertes traslada la arena que los cubre.
La fabrica ya no está, y la tubería bajo los pilones está destrozada, solo quedan algunos cachitos de ella. Todo el sistema está inutilizado. Pero los pilones siguen enteros, dejándose ver sobre la superficie del mar en las mareas vacías
Algunas voces reclaman que ya es hora de destruirlos, que son un peligro porque esconden hierros y otras formas cortantes. Los trozos rotos de la tubería también son afilados, pudiendo hacer daño a quién los pisa. Por otro lado están quienes los defienden, ya que es arqueología industrial, y que las estructuras de los Pilones son una parte del legado de la historia de Las Canteras. También hay quien defiende que bajo los pilones y entre los restos de la tubería se refugian algunas especies faunísticas.