“En el mar no hay pasado, presente o futuro, sólo paz”. Jacques Cousteau

Jueves: nubosidad alta y algo calimoso

La Central de Guanarteme y su refrigeración

Por Antonio Marrero Bosch.

En el año 1960 la Central de Guanarteme, la popular Cícer, propiedad de Unión Eléctrica de Canarias, S.A.,- Unelco, tenia un grave problema de refrigeración, a pesar de estar a orillas del mar. Las instalaciones que lo solucionaron, que luego explicaremos, han sido motivo de varios reportajes en el periódico La Provincia, por el olor a fuel en la arena, al haber descubierto las fuertes mareas de este Invierno, parte de la infraestructura de la obra antes citada ( Creo que esto ha ocurrido por primera vez desde 1960). Pero antes y a modo de introducción hagamos un breve repaso de lo que era Unelco y La Playa de  Las Canteras en la primera mitad del siglo XX.

Se funda Unión Eléctrica de Canarias, S.A. en el año 1933, con la fusión de la SELP, sociedad de electricidad de las Palmas, que realizaba el suministro a la ciudad, Tafira y Monte Lentiscal y la CICER, compañía insular canaria de electricidad y riego. Esto motivo la eliminación de la central eléctrica de SELP, situada en la plaza de La Feria, quedando como única Central generadora de electricidad la de Guanarteme, construida en el año 1928, entonces aislada de la población y situada al final Oeste de la playa de Las Canteras. Unión Eléctrica de Canarias S.A. solo suministraba energía eléctrica en Gran Canaria y Tenerife y en 1960, en la primera solo a Las Palmas de G.C., por el Centro hasta el Monte Lentiscal, por el Sur a Telde, Ingenio, Aguimes. y Sardina del Sur y por el Norte a Arucas Firgas, Moya y Guía, pero dejando en estos recorridos del Sur y del Norte, sin suministro eléctrico a muchos pueblos y caseríos. Algo parecido ocurría en Tenerife, pues por el Norte solo suministraba a La Laguna, Tacoronte, La Victoria y La Orotava y por el Sur Guimar y poco más

La Central de Guanarteme, ahora única Central generadora de Unelco, desde el principio no resolvió adecuadamente el tema de su refrigeración:

1º- se instaló una toma de agua en la Barra Amarilla y mediante tubería, el agua fluía hasta una caseta de bombas situada aproximadamente en Punta Brava, junto a la antigua Italcable. Esta instalación funciono mal porque la tubería de Barra a tierra, apoyada en cubos de hormigón emplazados sobre la arena, se movieron muy pronto y rompieron la tubería, por lo que esta captaba el agua, mezclada con arena, casi en la orilla de la playa.- 2º Ante el fallo anterior, instalaron una torre de refrigeración de madera en el recinto de la Central ( Los antiguos playeros la recordaran como uno de los distintivos de la Central), de una capacidad insuficiente al aumentar la demanda de energía eléctrica y por tanto la necesidad de más agua de refrigeración. Aclaro que el agua salada utilizada para refrigerar los condensadores de las turbinas de vapor y tras pasar por esto a través de 200 o 300 tubos de pequeño diámetro y sin mezclarse con nada, se devolvía al mar con un incremento de temperatura de uno 10 grados centígrados. Esta agua estaba al devolverla al mar igual de limpia que al entrar y los mayores recordaran que en su desagüe al mar había siempre pequeños longorones, lebranchos, sargos, etc.

Hay que aclarar que la Playa de Las Canteras, tiene un frente de arcilla (“barro decíamos los playeros), que va desde aproximadamente el Hospital San José por el Este, hasta el actual Auditorio y creo que algo más allá, por el Oeste. Este frente de una altura entre 3 y 5 ms., según las zonas y sobre el que se asienta el actual paseo, tiene a sus pies la arena que forma nuestra Playa; en la pleamar (marea llena) el agua llegaba frecuentemente a este frente de arcilla y a los muros que, intermitentemente habían construido los particulares desde principios del siglo XX, p.e. el muro Marrero en la Playa Chica. Esta arena que viene con las fuertes mareas, “rebozos”, como se les llama, viene de una gran Baja, situada aproximadamente a 1 klm afuera de la Barra Grande y pasa tenuemente mezclada con el agua, por encima de esta. Llega a la playa, el sol la secaba y el viento la lanzaba sobre el istmo de Guanarteme, creando las dunas de los Arenales y saliendo por La Playa de las Alcaravaneras y creo que también por el Puerto, que tenían que dragar de vez en cuando Este movimiento se corto con la construcción de los edificios en primera línea de la Playa, la arena amplio a esta y relleno todo el espacio entre la Barra y tierra, disminuyendo alarmantemente la profundidad, sobre todo desde el Pasadizo, en la Playa Chica hasta la Puntilla. Pero este es otro problema, del que ya nos ocupamos hace unos años y del cual, si Dios quiere, volveremos a hablar..

Pero volvamos al principio de este artículo y al problema de la refrigeración. En el año 1960 el que esto escribe fue enviado como ingeniero a la Central de Guanarteme y la falta de agua de refrigeración suficiente, mermaba la capacidad de producción, ya muy justa, de los cuatro grupos entonces instalados, obligando a cortes parciales del suministro eléctrico, cuando  la punta o máxima carga coincidía con la bajamar, “marea vacía” en nuestro argot playero. Para intentar solucionar esta falta de agua, le propuse al Director de Gran Canaria, Orencio Hernández González, construir un pozo en el recinto de la Central y junto al muro que daba al mar, hasta un nivel de 10 metros por debajo de la bajamar viva equinoccial. Me autorizo, se construyó y no filtro agua; la causa, la impermeabilidad de la arcilla antes citada.

Orencio Hernández González: Ingeniero industrial y director de Unelco, persona inteligente y experimentada, fue el que tuvo la brillante idea que, una vez realizada, resolvió el problema de la refrigeración. La solución fue que el agua entrara por gravedad hasta la caseta de bombas elevadoras de la Central (idea que después fue copiada en la Central de Jinámar) y esto, que parece simple, no se le había ocurrido antes a nadie. Para llevar a cabo lo anterior, había que elegir el lugar de toma de agua, teniendo en cuenta que la playa, ya  se usaba, más o menos, hasta el emplazamiento de la Central. La elección la hicimos dos playeros, José Manuel Rodríguez Medina, perito de Unelco y el que suscribe; para ello, nadando, seguimos la línea desde la Barra Amarilla hasta el muro que protegía a las factorías de harinas de pescado, pues teníamos que buscar un sitio donde la Barra emergiera lo suficiente. a marea vacía y eso ocurre donde hoy esta el Auditorio. Elegimos ese lugar y lo aprobó nuestro Director. Esto obligaba a la construcción de dos escolleras perpendiculares a tierra (conocidos hoy como “los muellitos”), para formar una pequeña ensenada, en parte cerrada por la Barra para que no entrara la arena y una captacion de agua en tierra, a un metro por debajo del nivel del mar a marea baja o “vacía”, conectada a una galería subterránea, bajo la arena, con techo en bóveda, de unos 2,5m de altura y 750m de longitud, hasta la caseta de bombas de la Central, por la que fluía el agua por gravedad. Esta obra de ingeniería, importante y pionera en Canarias en 1960, fue ejecutada por Agroman, cuyo delegado en Canarias, Manuel Hernández del Toro, ingeniero de caminos, realizo la obra con todo esmero y sin dificultades. La galería tenia cada 50 o 60 ms. unos pozos de registro y Manuel Hernández aplico para construirlos el sistema de “pozos indios”, que yo sepa por primera vez en Canarias (El pozo indio se construyo circular, de hormigón armado y se iba hundiendo por su propio peso, hasta que encontraba el firme de arcilla, continuando excavándose este a la profundidad requerida, uno 4 o 5 ms.  por debajo del nivel de la bajamar

Esta toma de agua funciono perfectamente hasta 1986 u 87, en que la Central de Guanarteme que había ido disminuyendo su producción, mientras aumentaba la de la Central de Jinamar, fue parada, desmontada y finalmente derruida. La máxima potencia instalada  en la Central de Guanarteme fue de 91 mws, distribuidos como sigue.: 2 grupos de vapor de 7,5 mws cada uno, 1 grupo de vapor de 5mws. 1 de 3,5 mws y 1 de 1,5 mws., todos Brown Boveri; y 7 grupos de gas: Olimpus de 17,5mws, Avon de 13 mws. 3 proteus de 2.5mws., todos Rols Royce y 2 grupos General Electric de 14 mws . cada uno.

En estos últimos tiempos se ha especulado sobre el olor a combustible y mezcla de este con la arena, en la zona de la Cícer .Mi opinión es que el combustible entraba en la galería mezclado con el agua del mar. En aquella época, año 1960 y en la zona que nos ocupa, en el mar había residuos de combustible, no siempre visibles, procedentes de tres sitios:

1º- De los barcos que limpiaban a un par de kms. de la playa (afortunadamente eso ya no ocurre).

2º-De las factorías de pescado, pues todas tenían motores diesel.

3º-De la propia Central de Guanarteme, de los derrames que a veces se producían en el canal de toma de agua de las bombas de refrigeración de los condensadores y que luego salían al mar con el agua de refrigeración.

Tanto los derrames de las factorías de pescado, como los de la Central era pequeños y difíciles de ver;( los de los barcos se veían más), pero a lo largo de 25 o 26 años, que funciono la toma de agua, este combustible fue depositándose en las paredes de la galería y sobre todo en los pozos, acumulándose lentamente la arena mezclada con los residuos de combustible.Los temporales de este invierno, que se llevaron mucha arena en la playa de la Cícer descubrieron, creo que por primera vez, la galería y pozos citados, ya en desuso y en parte rotos. De ahí ha venido el olor a combustible. Destruir los 750 mtrs de galería y los 15 pozos de registro, seria una obra difícil y costosa. Es mejor, opino, que la madre naturaleza, como ya ha hecho muchas veces, vuelva a cubrirlos con la arena. Téngase en cuenta que al construir los diques de toma de agua, los llamados “muellitos”, el nivel de la arena subió 1,5 ms.en menos de un año, aunque esta cota varia con las mareas fuertes, que producen movimientos de arena, no estudiados y varían también con las estaciones del año.

Como final quiero resaltar que esta fue una obra de ingeniería, “ingeniosa y pionera”, que se debe al ya citado Ingeniero Industrial Orencio Hernández Gonzáles.

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Comentario

  1. Jorge Santaella Rodríguez:

    marzo 13, 2022

    Una central térmica de 125 v, que la gente del barrio, entre los que me encuentro, nos descojonábamos mucho. Por dos motivos: el primero dar gracias a dios por los días que entu casa llegaban los 125 y el segundo las veces que se cortaba la luz o se fundía los plomos.

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