Fernando Álamo nació en Santa Cruz de Tenerife en 1952 y reside en Gran Canaria desde 1977, ciudad a la que le dedicó en 2010 la exposición titulada “532 flores” y de la que fue nombrado ese mismo año Hijo Adoptivo. Sus comienzos en el arte coinciden con los últimos años de la dictadura y la transición democrática en España. En ese periodo, su obra es crítica y comprometida con el momento histórico que le toca vivir. Su exposición en los sótanos del Castillo de Paso Alto (1972), en Tenerife, titulada ‘La Opresión de los Sentidos’, ilustra esa sensibilidad. Posteriormente, la obra de Fernando Álamo evoluciona hacia una poética hedonista de potente expresividad, en donde prima la técnica del collage, la ironía y la cita. Sin embargo, su arte es difícil de encuadrar y él mismo asegura no sentirse identificado con ningún grupo artístico. Autor de una extensa obra, además de numerosas exposiciones colectivas ha realizado exposiciones individuales en la principales salas de arte del Archipiélago y en ciudades como Madrid, Munich, La Habana o Jerusalén. Según recoge Carlos Díaz Bertrana, uno de los mayores conocedores de la obra de Fernando Álamo, ésta “está empapada de sentido y sensibilidad y escenifica contundentemente la vigencia de la pintura en el siglo XXI, su capacidad para sintonizar la individualidad con los signos de su tiempo”. El jurado del Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación 2014 valoró especialmente de Fernando Álamo González el amplio registro y la intensidad de su poética, y la eficacia de su lenguaje. “Un neoexpresionismo elegante que nos muestra un mundo claro y potente; agitado, tenso y rotundo como la vida misma: un mundo de libertad, deleite y voluptuosidad, un mundo de seducción”, según recoge el acta de la reunión.
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