Acaso debería llamarse la incineración de la sardina, pues eso es lo que es. Incineraciòn en el agua. En este mar casi sagrado para el canarión, que es el mar de Las Canteras.
¡Cuánta gente! Dos días -o mejor, dos noches- grandes tiene Las Canteras: la religiosa noche de San Juan y la noche pagana del entierro de la sardina. Las dos caras de la moneda del alma del pueblo. Dos noches de fuego y amor a la ciudad. Una en invierno, otra en verano.
En cada una de esta dos noches Las Palmas de Gran Canaria se refunda en Las Canteras. En la noche de San Juan hay un fuego purificador. En el entierro de la sardina arde la pasión corporal.
Estamos acostumbrados a vivir la playa de día, a ver la playa desde La Puntilla hasta Los Muellitos llena de gente disfrutando del sol, el agua y la arena, en definitiva, la playa de día, la de casi todos los días; pero Las Canteras tiene también estas dos noches mágicas, fascinantes, llenas de gentío. En la noche del entierro de la sardina, la ciudad se quita la careta, la máscara de la rutina, canta y baila de felicidad y se muestra ella misma. Ella misma bajo una cascada de fuegos de colores.
Luis del Río García
En Playa Grande, a 21 de febrero de 2012