Queremos desde esta tribuna escribir unas líneas de apoyo a Dani, propietario del restaurante japonés Kamakura, en la calle Galileo, muy cerca del paseo de Las Canteras, que está padeciendo los días más duros de su vida. Una repentina enfermedad lo tiene convaleciente en el hospital. La gravedad de la enfermedad ha significado el cierre del restaurante, que tan bien atendían Dani, su mujer Keiko, y su personal, con Mary a la cabeza. La vida a todos les ha cambiado de un día para otro. Nuestro deseo máximo para que Dani recupere su salud, que lo veamos pronto y así disfrutar de su humor y su sonrisa tan picarona. Suerte Dani.
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