Si uno realiza un recorrido por la avenida o la playa de Las Canteras, de la que siempre me he declarado uno de sus mayores fans, encontrará imágenes como estas que expongo a continuación y otras, aún peores en el entorno playero. Es algo realmente lamentable que, teniendo uno de los mejores espacios que la naturaleza nos ha concedido, las autoridades municipales, insulares y autonómicas no hayan sabido planificar una auténtica remodelación, mejora y defensa de esta maravilla.Y sé que pululan por ahí diversas propuestas y proyectos que embellecerían este lugar.
Ahí tienen ustedes el famoso solar de la CICER, años y años esperando alguna obra relevante; ahí están esos solares donde no se construye, o esas casas ruinosas, con sus cartelesy todo, donde se anuncia su derribo desde hace algún tiempo, pero tampoco se hace nada.Sólo hay desidia, algún que otro proyecto que se anuncua y luego queda en el aire, y alguna que otra casa que invade la avenida, o que realmente es antiestética, rompiendo la armonía de esta lugar,(aunque,bien pensado, no existe esa armonía). Ahí está impávido ese garaje que se construyó ilegalmente, (cerca de la CICER) y que fue detenido debido a las protestas populares. Ahí están las mareas cada vez más fuertes, llevándose parte de la de la arena en algunas zonas de la playa, e invadiendo la avenida y llegando casi hasta las casas. No se ha dicho absolutamente nada sobre la necesidad de realizar alguna obra que contemple esa paulatina crecida de las mareas (tal vez debido al cambio climático) y preserve a los habitantes de los efectos de tales crecidas
.Ahí están esos horribles jardincitos (adornados con piedras) que se encuentran cerca de la estatua de Alfredo Kraus.Pero si nos colamos por algunas calles paralelas a la playa ( o no tan paralelas) podremos contemplar edificios en ruinas y sucios, locales abandonados (cada vez más) , tapiados, llenos de suciedad, de cadenas y vallas llenas de herrumbe que han desmejorado lo que antes eran lugares con vida y muy dinámicos. No es alarmismo. No es criticar por criticar. Si quieren comprobarlo, dense un paseito y podrán percatarse personalmente de lo que afirmo. Pienso que esta ciudad, poco a poco, se nos está yendo de las manos. Y tal vez no sea solamente culpa de los políticos que tienen que velar por ella. Nosotros también, de algún modo, algún grado de responsabilidad tendremos, por otras cuestiones que no vienen a cuento ahora.
Texto y fotos: J. M. Balbuena