La semana pasada estuvo cargadita de informaciones playeras en la prensa local. Casi rivalizaban con las de la sección de política y las portadas de los periódicos, que recogían los noveleros cambios de Gobierno aquí y allá. Y es que el horizonte electoral empieza a vislumbrarse y con él llega, cómo no, la marejadilla politiquera.
Primero fue lo de la zona nudista o naturista (como prefieran) en el Confital. A doña Pepa, que se afanó en su día en desalojar aquello de chabolas, le ha cabreado que le pongan justo allí una playa nudista. Otro asunto que se ha retomado estos días es el de si dejar que los perros y las bicicletas pasen por el paseo de Las Canteras o no. Parece ser que los concejales, que meses atrás eran partidarios de permitir el paso de los mismos, se lo están pensando dos veces y ahora no lo ven tan claro como entonces. Y por si fuera poco, se redondeó la semana con la queja de los comerciantes del paseo por el abandono que éste sufre, con el consiguiente perjuicio para sus negocios, y la petición a las autoridades de programar más actos lúdicos y culturales que den vida al paseo todo el año. Está claro que los empresarios han visto que éste es un buen momento para lanzar las redes y pescar alguna partida, igual que los políticos pescan en los caladeros electorales.
Como vemos, la playa no ha quedado al margen de los virajes y cambios de rumbo que la marejada política local y nacional ha traído. De seguro que no serán los únicos, pues Las Canteras siempre ha sido para los munícipes de turno de esta ciudad lo mismo que la rambla de Mesa y López, la gran valla publicitaria donde vendernos sus logros.
Y a todas éstas don José Manuel tira la toalla.
Luis del Río García
En Mesa y López, a 24 de octubre de 2010
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