Se acaba el verano y con ello el martirio que cientos de bichos sufren a manos de la chiquillería. Con las mareas vacías, sobre todo en la zona de Los Lisos, no hay animal por muy pequeño e inofensivo que sea que no sufra algún tipo de, por otro lado natural, acoso infantil ( y no tan infantil….). Son muchas las jacas peludas, cangrejos, estrellas, pulpos, polla burros etc, etc que acaban entre las manos de estas curiosas hordas infantiles. Algunos de estos desamparados animales tienen la suerte de volver al charco, eso si, antes tendrán que pasar algunas horas en el -corredor de la muerte- llamese cubo o botella de plásticos, antes de saber si van a ser indultados o no. Se les maltrata, tortura, se les arrancan patas, rejos, se les aprieta, y no se cuantos horrores más.

No es culpa de los niños, no saben, no han sido educados para cuidar ni mimar a sus vecinos faunisticos más “primitivos”. Hay que enseñarles a cuidar el medio natural que nos rodea; pueden ir detrás de los cangrejos pero a estos hay que mimarlos y tratarlos con cuidado. Nos hace falta más concienciación y educación ambiental.

Hace meses cuando llego el actual concejal de playas le comente la posibilidad de que a marea vacía podría hacer acto de presencia por Los Lisos un «educador-inspector ambiental» que le explicara a niños y mayores el cuidado y respeto que teníamos que tener con los seres vivos que habitan en esta rica parte de Las Canteras. El concejal no le dio importancia, paso del tema. Pues concejal es una pena que no cuidemos estos detalles educacionales, sin duda pequeños detalles de gestión y educación ambiental que harían de esta playa urbana un ejemplo “mundial” a seguir.

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