Amigo Gerardo, emprendiste la Gran Travesía y no dejaste tu nueva dirección. Yo, recordándote con afecto, te voy a enviar un mensaje y ya me las arreglaré para que te llegue. Permíteme el aire coloquial pues si me pongo serio no me sale. Voy a ocupar al mismo Cartero que utilicé cuando escribí a nuestros amigos, Wiso, Paco Reyes, Mariano de Santa-Ana, Pepe Quintana, Humberto Trujillo… que también se fueron con prisas…, con la seguridad de que te llegará la carta. Haré lo siguiente: me voy a ir nadando desde la Peña la Vieja hasta la Puntilla, y en alguna parte del recorrido, el cual tu te sabes de memoria, dejaré el mensaje, que cualquier reboso o mar de fondo te lo hará llegar. Ahora bien, te lo advierto, cuando llegues a la otra playa, a la otra orilla, te vas a encontrar a los amigos antes citados. Seguro que estarán preparando alguna Travesía en cualquier playa estelar. Me parece oír la escandalera para ponerse de acuerdo. A Wiso y a Mariano los oirás desde lejos. Paco, Berto y Pepe son más tranquilos.
La primera conversación que tuve contigo fue en la Avenida de las Canteras. No tengo en la memoria el día ni el año. Que más da. Los recuerdos son más importantes que las fechas. Eras portador de una propuesta ilusionante para playeros y antiguos nadadores: formar y promover los Masters de Natación en Gran Canaria. Dejaste la semilla bien plantada y, como habrás visto, esto no hay quien lo pare. No llegué a ser amigo íntimo tuyo, pero estábamos en la misma onda, en la misma ola, diría yo. Las veces que coincidíamos en Travesías, me parecía percibir, cuando me saludabas, algo así como: “todavía sigue este hombre en estos menesteres”. Tu también lo estás, no te me escabullas, pues de alguna forma, en alguna ola, enredado en la seba, o en el salitre del mar, estarás rondando por nuestra Playa cuando nademos en alguna Travesía. Es imposible que el amor y respeto que sentías por esta bendita Playa de las Canteras, se halla difuminado con tu ausencia física.
Me despido, dándote las gracias, porque en estas actividades Masters de Natación, en las que fuiste pionero en Gran Canaria, he vuelto a revivir emociones natatorias de mi juventud; pasar muy buenos ratos con viejos amigos y, lo que es más importante, hacer, como en tu caso, nuevas conocencias. ¡Ah!, casi se me olvida. Le das memorias mias a los amigos, y que ya nos veremos. Seguro. Que se estén tranquilitos que todo se andará.
Un fuerte abrazo.
Vicente García Rodríguez.
