Décimo aniversario del Auditorio Alfredo Kraus, con conciertos dentro y fuera, y fuegos artificiales desde Los Muellitos; magistral Belén con todos sus pasos en la arena acumulada, un año más; campeonato del mundo de body board lleno de espectacularidad y expectación y el australiano Ben Player como ganador; iluminación navideña en las farolas del mar; parque infantil gratuito con hinchables, etc.

Las Canteras no cesa su actividad ni en este fresco otoño, tal es su implicación en la ciudad. Tanto que ni siquiera Triana o Mesa y López con todo su trajín consumista de compras navideñas pueden decir que tienen tantos actos en sus calles. Y es por eso que no puede ser playa nudista o lugar donde pernocten indigentes o campe la inseguridad.

Así vemos con claridad cómo Las Canteras imprime carácter a Las Palmas de Gran Canaria; es una de sus protagonistas indiscutibles, de sus activos siempre en alza. Mientras en el continente europeo se congelan de frío, aquí disfrutamos de un clima y unas playas tan buenos que atraen a los extranjeros y nos visitan los cruceros como el moderno velero Halcón Maltés.

Y sin embargo no la hemos visto en el tiempo de Brasero. A ver si don Tino le envía alguna.

Todo esto nos hace reflexionar una vez más en la imperiosa necesidad colectiva de cuidar esta joya natural con que ha sido regalada esta amable ciudad. Se trata de un compromiso de autoridades, instituciones y, sobre todo, (fijarse bien) ciudadanos.

La playa es de todos y somos nosotros los que debemos cuidarla.

Será inmensamente bella si la amamos

De verdad.

Luis del Río García.

En Los Muellitos, a 8 de diciembre de 2007