Hace unos días y en plena vorágine preelectoral, doña Pepa y sus concejales playeros homenajearon a algunos de los turistas extranjeros que nos visitan habitualmente para disfrutar de Las Canteras, de Las Palmas de Gran Canaria y del buen clima de los suaves alisios. Los extranjeros recibieron su merecida placa conmemorativa. Muchos de ellos, amantes de la playa y de la ciudad, se quedan a vivir en la isla después de su jubilación en la fría Europa.
Nosotros les estamos agradecidos a los turistas no sólo por su aportación a la economía local con el dinerito que aquí se dejan sino también por el inestimable enriquecimiento intercultural y social que suponen con sus lenguas y sus costumbres, traídas del continente a la isla, abriéndonos la mente y ensanchando el horizonte. A la playa le debemos, en este sentido, parte del carácter cosmopolita de la ciudad y también del espíritu universalista del canario.
Serían más turistas, con toda seguridad, si no fuese por el descuidado entorno de la playa y de toda esa amplia zona que conocemos genéricamente como el Puerto. Cuando se ejecute un gran proyecto urbanístico para el Puerto –si es que alguna vez se hace- y nos concienciemos bien del cuidado colectivo de lo que tenemos, habrá más turistas que repitan su visita a esta ciudad y a esta singular playa de Las Canteras.
Después de las municipales de mayo acaso sepamos algo nuevo.
Luis del Río García.
En Las Canteras, a 26 de marzo de 2007
