Se sigue especulando con el crecimiento del nivel de arena en nuestra playa de Las Canteras. Si se draga y, si se estudia, será bueno, será caro, será prudente, estamos a tiempo, donde poner la arena, rompe ideas de futuro, etc., etc.

El caso amigos canteranos, es que cada día la arena va ganando terreno y la orilla cada vez esta más lejos. La capacidad de absorber más bañistas es evidente, pero la capacidad para mantener el ecosistema disminuye. Esos fondos a los que estábamos acostumbrados ver, décadas pasadas, solo va hacer posible continuarlos verlos en El Confital, lo que arrastrará a los amantes de pasar ratos buenos contemplándolos, a ese lugar tan codiciado.

Espero que una necesidad imperiosa, derogara las ordenanzas, que ahora existen, por otro tipo de promulgaciones acopladas en el momento que se requiera. Siempre aparece aquella letra menuda, para salir con otras actuaciones y en El Confital, no quedará más remedio que utilizar el cemento, para compensar a los bañistas y darles oportunidades de instalarse y pernoctar, además de esta forma utilizar otros eventos de ocio.

Me he montado en el carro del tiempo. Manipulé los mandos hacia el año 2010, para estar próximo a la fecha actual, puesto que pensé, que más allá a lo mejor perdería interés. Después de unos momentos de vibraciones intensas, luces de resplandores fuertemente deslumbrantes y un estruendo macanudo, vi la playa de Las Canteras y El Confital con otra imagen, rápidamente tire mano de la cámara, serene mis nervios y, dispare.

La imagen resultante es la que añado a esta opinión. Con lo que mi visión no fue un sueño sino una posible realidad. De ella deduzco que, como no se ponga los medios de forma inmediata, para evitar un fracaso ecológico y social nuestra playa de Las canteras y Confital, tienen un futuro muy dudoso.