A raiz de la polémica surgida en torno al nombre de nuestra isla, me he encontrado este antiquísimo texto, de autor anónimo, que creo es de la fecha de la creación, y que transcribo.

“Era el tercer día de la creación. Dios había creado la luz, el firmamento y el cielo. Había separado las aguas de las tierras, y cansado se sentó en la arena de Las Canteras a descansar.

Aún tenía mucho trabajo por hacer, crear el Sol, la Luna y las estrellas, cosa que le tomó todo el cuarto día; las aves y los peces que dejó para el quinto día y, antes de descansar en el séptimo día, aprovechó el sexto para crear a los animales terrestres y al hombre.

Pero aún era el tercer día y estaba cansado. Sin duda la creación minaba sus fuerzas y decididamente optó por tomarse un respiro y descansar, remojando sus pies en las plácidas aguas que besaban la orilla de la bahía recién creada y que años después sería conocida como Playa de Las Canteras. A través de sus piernas, puesto que caminaba por la orilla, notó una fuerte corriente y decidió poner La Barra,

– Para que la buena gente de aquí pueda bañarse sin peligro, murmuró.

Siguió andando, dirección hacia lo que hoy conocemos como El Auditorio. Su mente estaba ocupada en lo que le restaba por hacer, en diseñar a los animales que quería crear, en los que poblarían los aires y los mares, y en los que andarían sobre la tierra. Mientras andaba, absorto, de repente se paró, a la altura de La Peña de los Perros. Miró hacia el horizonte y se dijo:

– Allá en aquella islita que se ve en lontananza, si pongo una montaña se verá majestuosa desde esta bella bahía.

Y así hizo. Señaló con su dedo y un volcán emergió de la nada. Su belleza le cautivó tanto que pensó que la gente que disfrutara de ese esplendoroso paisaje debía ser señorial, caballerosa, majestuosa, honorable y noble.

Sacó, de la nada, un bloc de notas y escribió “Esta isla que acabo de crear será, de ahora y hasta el fin de los tiempos Grande, porque Grande será la gente que la more, Grande será su historia, Grande será su futuro y como Grande será el último baluarte frente a El Infierno”.

Siguió escribiendo “y la belleza, puramente material, del volcán que acabo de crear en aquella isla de enfrente, que no sea nada más que el efecto de ser la entrada a El Infierno, entrada que situaré exactamente en ese isla picuda, donde sus moradores, de por sí mezquinos, no harán más que desear toda la Grandeza que guarda esta preciosa isla”.

Y así hizo. El sexto día reunió sus mejores fuerzas para engrandecer “La Isla Redonda” con gente noble, honorable, caballerosa, señorial, lo que gastó casi todas sus energias, para terminar creando en “La Picuda” a las gentes que, con tanto tino, había escrito, en su cuaderno, tan solo 3 días antes.”

Tomy Valdivielso

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