Aprovechando una de las grandes bajamares del año, me he dado una vuelta por Los Lisos.
El panorama faunístico es desolador (como ya habíamos comentado en algún que otro post).
Pocas veces—quizás en los años 80, cuando la pesca y el marisqueo estaban permitidos—he visto este conjunto de peñas, hendiduras y rajones tan desprovisto de vida animal.
Las principales causas de la pérdida de biodiversidad en este maravilloso lugar son la falta de protección ante la presión de quienes no lo cuidan, el incumplimiento de la ordenanza de Playas y la dejadez de quienes deben preservarlo.
