El sistema rocoso de Los Lisos es uno de los repositorios faunísticos más importantes de la playa de Las Canteras, pero su fácil accesibilidad lo convierte en un objetivo vulnerable para los desaprensivos y quienes desconocen su importancia.
Desde tiempos inmemoriales, ha sido utilizado inapropiadamente como patio de recreo por generaciones de menores veraneantes, aunque esto sucedía únicamente durante el verano.
Tras la época estival, con la llegada del otoño y el clima menos propicio para actividades playeras en invierno, la biodiversidad del lugar solía recuperarse del intenso trasiego veraniego.
Sin embargo, en los últimos años las circunstancias han cambiado. El debilitamiento de los vientos alisios, el predominio del buen tiempo y el uso cotidiano del espacio por numerosas personas que desconocen el valor de Los Lisos para la biodiversidad de Las Canteras han convertido este lugar en un punto de afluencia masiva.
Con cada marea baja, el espacio se llena de visitantes que no tratan la fauna con el respeto y el cuidado que merece.
El resultado es que Los Lisos ha perdido una gran cantidad de fauna, sin posibilidad de recuperación. A la biodiversidad ya perdida por el descontrol y la falta de empatía de muchos —vecinos, turistas y nuevos residentes de la ciudad— se suma la disminución de aves migratorias, antes más frecuentes con la llegada del frío, como las garzas, que se ven afectadas por el constante trasiego de personas en el espacio.
El buen tiempo (aunque parezca increíble) y la falta de vigilancia sobre los recolectores de fauna han provocado que Los Lisos pierda gran parte de la vida en sus charcos, un declive evidente para cualquiera que los conozca durante el invierno.
La asociación de Profesionales y Empresas de Diseño de Canarias DI-CA y la asociación Insula Signa para la Defensa del Patrimonio Gráfico Canario reclaman considerar el valor patrimonial de los relojes de Las Canteras