El botecito de gas pimienta, el accesorio defensivo que causa furor en Puerto-Canteras
El spray de gas pimienta es un dispositivo de defensa personal que contiene oleorresina de capsicum (OC), una sustancia derivada de la capsaicina, que provoca irritación intensa
“¡Mogollón!”, me responde Paco Olivera, dueño de la armería Olivera, al preguntarle si han vendido muchos sprays defensivos de gas pimienta en los últimos meses.
La armería Olivera, situada en la calle Hierro, en el corazón del “Refugio”, es uno de los pocos establecimientos de la ciudad autorizados para vender este accesorio defensivo.
La inseguridad en Puerto-Canteras durante las horas nocturnas ha sido la causa principal del aumento en la venta masiva del gas pimienta. La gota que colmó el vaso fue la agresión a Rafael, un octogenario atacado hace algunas semanas mientras se cambiaba de ropa en un banco del paseo a las seis de la mañana.
Muchas de las mujeres que disfrutan del paseo antes del amanecer para caminar, bañarse o hacer deporte ya llevan uno consigo para defenderse ante posibles agresiones.
Este dispositivo de defensa personal también se ha vuelto popular entre las mujeres que comienzan a trabajar muy temprano en el barrio, como las profesoras y el personal de limpieza.
La falta de policías en estos horarios y el incremento de la inseguridad callejera, nunca antes visto, es la principal causa del furor por esta herramienta de autodefensa.
Este spray, que se vende al público por algo más de 15 euros, es menos potente que el utilizado por las fuerzas de seguridad, pero sigue siendo muy eficaz para defenderse de ataques a corta distancia.
El spray de gas pimienta es un dispositivo de defensa personal que contiene oleorresina de capsicum (OC), una sustancia derivada de la capsaicina, que provoca irritación intensa. Se utiliza principalmente para incapacitar temporalmente a un agresor al afectar los ojos, las vías respiratorias y la piel, causando ardor, lagrimeo, tos y dificultad para respirar.
Su uso es común tanto en el ámbito civil como en las fuerzas de seguridad. Las personas lo emplean para defenderse en situaciones de peligro, mientras que la policía lo utiliza para controlar multitudes o detener agresiones. En cualquier caso, su finalidad es reducir una amenaza sin causar daños permanentes.
La regulación del spray de gas pimienta varía según el país. En España, por ejemplo, solo se permite su venta a mayores de 18 años y en establecimientos autorizados. En otros países, como Estados Unidos, las leyes son más laxas, aunque generalmente se prohíbe su uso irresponsable o en situaciones no defensivas.
El uso del spray debe ser cuidadoso para evitar daños colaterales. No se recomienda emplearlo en lugares cerrados para evitar la exposición involuntaria a personas no implicadas. Además, debe almacenarse fuera del alcance de los niños para evitar accidentes.
Tras una exposición al gas pimienta, es fundamental lavar los ojos y la piel con abundante agua y, en casos graves, buscar atención médica. Aunque los efectos son temporales, pueden ser muy molestos y provocar una sensación de quemazón intensa durante varios minutos.
El cambio de denominación de la playa de Guanarteme a La Cícer no se debió a una decisión administrativa formal, sino que fue un proceso gradual, impulsado por la presencia de la central eléctrica y su influencia en la identidad local