No es difícil captar la imagen de los visitantes paseando o disfrutando de la playa junto a personas que han pasado toda la noche durmiendo a la intemperie
En la playa de Las Canteras, el contraste social se percibe actualmente de manera más evidente que nunca, revelando las dos caras de la situación económica y social de la ciudad.
Por un lado, el sinhogarismo y la mendicidad, incrementados como consecuencia de la profunda crisis que afecta a las clases menos favorecidas de la sociedad local, reflejan una realidad difícil y en crecimiento.
Cada día se ve a personas en situación de vulnerabilidad en los lugares más diversos de la playa y del paseo, exponiendo la cara más dura de la desigualdad.
Frente a esta situación, el brillo del turismo revitaliza la economía de Puerto-Canteras y deja ver una «sensación» de prosperidad. Con la llegada de los visitantes por la temporada alta, el paseo de Las Canteras se anima con turistas que disfrutan de los locales de restauración y terrazas.
Este contraste social se agudiza especialmente cuando arriban los grandes cruceros al muelle de Santa Catalina, trayendo consigo cientos de cruceristas que, al desembarcar, llenan el paseo y la playa de Las Canteras.
No es difícil captar la imagen de los visitantes paseando o disfrutando de la playa junto a personas que han pasado toda la noche durmiendo a la intemperie.
Este fenómeno evidencia la enorme complejidad de una realidad social en la que, mientras el sector turístico experimenta un auge notable, los sectores más desfavorecidos de la sociedad local quedan cada vez más marginados, resaltando un contraste que invita a la reflexión sobre el triste crecimiento de la crisis social en Las Palmas de Gran Canaria a pesar de los miles de turistas que nos visitan.
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3 Comentarios
Francisco Alvarado
12 de noviembre de 2024 at 10:09 AM
Si bien es cierto que existe el fenómeno del «sinhogarismo» y con un crecimiento exponencial, también creo que es en algunos casos, una forma de vida que han elegido, no quiero que se me mal intérprete pero a muchos de ellos se les ofrece ducha, ropa limpia, alimento y estoy seguro que en muchos casos hasta techo pero rehuyen de ello o bien porque tienen derecho a decidir y otras por no tener la capacidad de hacerlo. La administración sin llegar al autoritarismo debería mediar en ello y tratar de que estás personas puedan convivir en armonía con el resto de la sociedad. Echo en falta una policía de cercanía que amablemente indicara que está prohibida la mendicidad, sobretodo al estilo del «estoy tirada en la calle alguien me puede ayudar» que ha hecho de la fachada del edificio de Defensa su oficina de trabajo o esos grupos de locales ya alcoholizados que desde que se levantan de la arena ocupan la rotonda del principio de Luis Morote frente al mar con latas y latas de cerveza alrededor.
No hay que ocultar que tenemos un problema en este sentido pero al menos podríamos intentar que haya un poco de orden.
Y por supuesto pedir a l@s dueñ@s de mascotas que no contribuyan a la decadencia de nuestro entorno con sus actos incívicos de no responzabilizarse de los pis y pos de sus seres queridos y sino que les enseñen a hacer sus necesidades en casita no en la de todos.
La decadencia que se aprecia en las canteras es galopante,incivismo,abandono,falta de vigilancia,suciedad,nada de mantenimiento en plantas ,losetas partidas y un largo etc que sería largo de escribir.la joya de la corona la tratan como bisutería barata
Comentario claramente de una persona de fuera y no hace falta decir de dónde.porque es casi evidente Porque ese comentario nada que ver con la realidad .
La desaparición de la policía turística de Las Canteras ha convertido este lugar tan importante para la ciudad en un sitio sin normas, lo que perjudica enormemente su funcionamiento diario
3 Comentarios
Si bien es cierto que existe el fenómeno del «sinhogarismo» y con un crecimiento exponencial, también creo que es en algunos casos, una forma de vida que han elegido, no quiero que se me mal intérprete pero a muchos de ellos se les ofrece ducha, ropa limpia, alimento y estoy seguro que en muchos casos hasta techo pero rehuyen de ello o bien porque tienen derecho a decidir y otras por no tener la capacidad de hacerlo. La administración sin llegar al autoritarismo debería mediar en ello y tratar de que estás personas puedan convivir en armonía con el resto de la sociedad. Echo en falta una policía de cercanía que amablemente indicara que está prohibida la mendicidad, sobretodo al estilo del «estoy tirada en la calle alguien me puede ayudar» que ha hecho de la fachada del edificio de Defensa su oficina de trabajo o esos grupos de locales ya alcoholizados que desde que se levantan de la arena ocupan la rotonda del principio de Luis Morote frente al mar con latas y latas de cerveza alrededor.
No hay que ocultar que tenemos un problema en este sentido pero al menos podríamos intentar que haya un poco de orden.
Y por supuesto pedir a l@s dueñ@s de mascotas que no contribuyan a la decadencia de nuestro entorno con sus actos incívicos de no responzabilizarse de los pis y pos de sus seres queridos y sino que les enseñen a hacer sus necesidades en casita no en la de todos.
La decadencia que se aprecia en las canteras es galopante,incivismo,abandono,falta de vigilancia,suciedad,nada de mantenimiento en plantas ,losetas partidas y un largo etc que sería largo de escribir.la joya de la corona la tratan como bisutería barata
Comentario claramente de una persona de fuera y no hace falta decir de dónde.porque es casi evidente Porque ese comentario nada que ver con la realidad .