Hace algunos días comentamos el espléndido aspecto que presentaban los tarahales del paseo de Las Canteras, en la zona de la Cícer. En ese mismo post, se abrió un debate sobre la conveniencia de podarlos o dejarlos sin desramar, ya que su frondosidad embellecía el entorno, pero a la vez algunos consideraban que necesitaban un mantenimiento adecuado para no entorpecer en el uso del paseo.
Finalmente, el departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento ha optado por podar estos arbustos, lo que ha reducido notablemente su ramaje.
Esta intervención, que se realiza cada cierto tiempo, ha dejado los tarahales con un aspecto menos frondoso, generando opiniones divididas entre los habituales de Las Canteras.
Los tarahales, también conocidos como tarajales, son especies que han demostrado una gran resistencia al ambiente salino del lugar, siendo los únicos árboles capaces de prosperar en la Cícer tan expuesta a las inclemencias del viento y la salitre.
Llevan en el paseo 14 años, desde su plantación inicial, y se han convertido en parte del paisaje que acompaña a quienes transitan por la zona de la Cícer.