El minigolf -en primer plano- a principios de los años 70 📷
Durante varias décadas del siglo pasado, los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria disfrutaron de un minigolf en el parque de Santa Catalina. Se pudo jugar en él hasta principios de los 70.
El pequeño campo de golf poseía el estilo impulsado por el arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre, quien realizó la Casa de Turismo del mismo parque en 1940. Cabe destacar que Miguel Martín también diseñó un restaurante para el minigolf, pero nunca se construyó.

Recordar que el parque de Santa Catalina pasó de ser propiedad de la Junta de Obras del Puerto a ser propiedad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en los años 50. La Junta de Obras del Puerto cedió su dominio del parque al patrimonio estatal y, a su vez, dos años más tarde lo transfirió al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, presidido entonces por Ramírez Bethencourt
El escritor Orlando Hernández lo nombra en su conocido libro «Santa Catalina Park».
«Hay bares, restaurantes, zapaterías, tiendas de licores, hoteles, bazares, peluquerías, bancos, tabaquerías, etc. Esto, solo en el precioso parque, porque esas tiendas se multiplican en las calle adyacentes. En la rectangular calle de Comandante Franco, están las agencias marítimas, las oficinas de turismo y paradas de taxis y guaguas. Hay también un minicampo de golf muy concurrido», concluye. Por allí paseaban personajes entrañables como Lolita Pluma, limpiabotas, pintores y vendedores ambulantes».
A principios de los años 70, el pequeño campo de golf empezó a mostrar decadencia y deterioro. El Ayuntamiento de aquella época prefirió desmantelarlo y reacondicionar la plaza, que curiosamente adquirió el nombre de «Parque de los Marineros Rusos». Y es que éstos tomaban asiento allí mientras aguardaban a embarcarse por el muelle de Santa Catalina, con sus bultos, muñecas, zapatos y demás “souvenirs”.
A principios de los años 80, la ampliación y remodelación del parque de Santa Catalina, que consistió fundamentalmente en la unión de las plazas del antiguo minigolf o “Parque de los Marineros Rusos” y de la “Casa del Turismo”, acabó con toda la esencia del campito de golf.

1 comentario
Francisco Marrero
9 de septiembre de 2024Enhorabuena por el post. Ese parque, nuestro parque, el de de todos los que nos visitan es quizá una de las zonas peor tratadas de Canarias y de España. Lo han convertido en nada siendo al entrada marítima de la ciudad. No se respetó su ritual, ni su elegancia constructiva. A lomos de la mal llamada «modernidad» algunos pseudo urbanistas y arquitectos lo desmontaron. Da pena en qué se ha convertido. Bares y terrazas de bajo nivel, trasiego de gentes sin rumbo, suciedad y dejadez por donde mires. Nunca se ha tomado en cuenta por parte de los políticos este entorno. Solo aparecen cuando la fiesta les obliga.