Unas pocas palabras de agradecimiento (una vez más…) para las mujeres y hombres que componen el servicio de limpieza de la playa de Las Canteras y los otros arenales capitalinos.
Impagable es la labor de este puñado de incansables trabajadores. Cuando uno pasea por Las Canteras muy temprano y ve como amanecen algunas zonas y puntos de la playa antes de que el servicio pase, se vuelve más consciente de la labor que este equipo humano realiza cada día.
Día y noche, lunes o domingo, con frío, con lluvia o con una ola de calor, da igual. Ellos cumplen con su labor, algunas veces injustamente criticada, de dejarnos la playa reluciente cada mañana.
Trabajadores y trabajadoras que, a pesar de su duro trabajo, de no tener un sueldo adecuado a su labor ni la maquinaria idónea, siempre te dan un agradable “buenos días”. Pocas veces los veo de mal humor, aunque estén recogiendo seba desde las 6 de la mañana o enfrentándose al amanecer después de la noche de San Juan.
En mi memoria tengo presentes a algunos trabajadores de la limpieza del pasado; algunos ya no están en este mundo, pero dejaron la misma sensación de profesionalidad y trabajo que la actual plantilla. Son una piña que cumple cada día.
Son los verdaderos artífices de que esta playa brille cada mañana. Son merecedores de un reconocimiento público.