Construido por la España de Franco a principios de la década de los años 40 del siglo pasado para defenderse de una posible invasión aliada, ya que España estaba a un paso de aliarse con el Tercer Reich, el complejo defensivo de la Punta de El Confital, compuesto por tres búnkeres y una batería de costa, nunca disparó una sola bala o proyectil.
Con un valor histórico incuestionable, este complejo, construido con hormigón y cantos rodados para el camuflaje, nunca ha recibido ningún tipo de cuidado por parte del Cabildo Insular y presenta un estado lamentable. El búnker, originalmente preparado para la defensa ante ataques aéreos, lleva años habitado. Su llamativa imagen, rodeada de nuevas estructuras, banderolas y lonas, y donde las gallinas revolotean entre palomas y gaviotas, no deja indiferente a nadie que se acerque al lugar.
Este complejo militar de la Segunda Guerra Mundial está acompañado de otro búnker situado cerca; este último presenta un mejor estado, a pesar de que es frecuentemente habitado.
Protegidos y restaurados en otras partes de Europa, estos ejemplos de arqueología militar defensiva, bien cuidados, señalizados y dotados de paneles informativos que expliquen su valor histórico, podrían ser un valor añadido al espacio.
Desafortunadamente, en El Confital se encuentran abandonados otros valiosos recursos geológicos, arqueológicos, etnográficos y paleontológicos.
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