La corriente que te “chupa” de La Puntilla es un peligro para los bañistas despistados que traspasan la ficticia línea que divide las aguas tranquilas de las peligrosas.
Cuando el mar está revuelto el aguaje atrapa a los nadadores que desconocen la peligrosidad del lugar empujándolos a la rompiente sobre la Barra.
Si no eres un experto nadador te puedes llevar un gran susto, poniendo tu vida en peligro. Todos hemos conocido la cantidad de rescates efectuados en este punto negro de la playa de Las Canteras.
Una de las soluciones -preventivas- para evitar estas situaciones de peligro para los bañistas menos experimentados es colocar una hilera de boyas por fuera del fondeadero de embarcaciones de La Puntilla que le imposibilite seguir “hacia fuera” al nadador que va a entrar en la zona de corrientes.
Otra solución podría ser fondear un par de grandes boyas con una bandera roja y un cartelón (varios idiomas) que indique el peligro real del lugar.
Ambos recursos son muy útiles para reducir al mínimo los ahogamientos o sustos en la traicionera corriente de La Puntilla.
Ya en los años ochenta y noventa se fondearon unas hileras de boyas para evitar que los bañistas -tanto locales como turistas- traspasaran la “línea” de seguridad.
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