Tras su aprobación en el pleno y tras un periodo para responder a las posibles alegaciones se hará efectiva (aproximadamente en febrero-marzo del 2021) la nueva ordenanza municipal reguladora de los usos, actividades e instalaciones en la playas, paseos y resto de litoral. Redactada en el 2018 llega con muchos meses de retraso debido al lento caminar de la administración. En estos dos años han pasado muchas cosas, la principal, como es obvio, es la pandemia que está sufriendo el mundo.
El esperado reglamento nace anticuado. Hasta la playa sin humos es una condición ya asumida por decreto. Se echa en falta la norma que regule las terrazas libres de humos.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria debería de buscar algún método para poder actualizarla a los tiempos covid, no sirven para nada unas ordenanzas que no regulen los usos del paseo y la playa, que no contemplen los rápidos cambios que sufrimos por el devenir de los tiempos actuales.
¿Para qué sirven unas ordenanzas que no regula el exceso de mobiliario del paseo ni los accesos a la playa?
A mi opinión el paseo necesita más espacio para los ciudadanos, eso solo se consigue ordenándolo, eliminado obstáculos.
Ya no es una playa llena de turistas sedientos de sol, ahora es una playa que se disfruta de otro modo: paseándola, haciendo deporte, nadando, surfeando, con el kitesurf, etc. No podemos tener unas ordenanzas donde no se promuevan y se gestionen todos los usos deportivos que en ella se pueden practicar.
La nueva ordenanza municipal se olvida, entre otras cuestiones, de regular los usos de una espacio tan necesario para la ciudad como es El Confital.
Las Canteras y El Confital son nuestros pulmones, donde respiramos aire sano, nuestros oasis en un desierto de cemento. No pueden estar regulados por unas normas de hace 2 años. El mundo ha cambiado, ya no sirven.
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