En el último siglo, las rachas de temperaturas altas se han hecho más largas y frecuentes en los océanos a consecuencia del cambio climático. Un equipo internacional de científicos, con participación del Centro Nacional de Supercomputación (BSC–CNS), ha cuantificado por primera vez la magnitud de este fenómeno, que diezma las especias acuáticas y altera sus ecosistemas.
La revista Nature Climate Change publica esta semana el primer estudio que cuantifica y contrasta la magnitud y el impacto de las olas de calor marinas, un fenómeno climático extremo en el que se producen largos periodos con temperaturas altas anómalas en la superficie de los océanos.
Según el trabajo –en el que han participado científicos de siete países liderados por Dan Smale, de la Asociación de Biología Marina (Reino Unido)–, si bien estos eventos del clima varían en sus manifestaciones físicas, todos afectan de manera negativa a una amplia gama de especies marinas y repercuten en la estructura y el funcionamiento de su ecosistema.
“Nuestros océanos están expuestos a una serie de amenazas como la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático. Este estudio demuestra que los períodos de temperaturas oceánicas anómalas también tienen efectos perjudiciales en los ecosistemas marinos de todo el mundo”, señala Markus Donat, investigador del BSC–CNS, una de las 19 instituciones que participan en el trabajo.
“La relación entre las olas de calor marinas y las amenazas a los ecosistemas marinos es preocupante, ya que los océanos se están calentando en todo el mundo a consecuencia del cambio climáticocausado por el ser humano”, añade.
Los resultados muestran que hay regiones en los océanos Pacífico, Atlántico e Índico que son particularmente vulnerables. En estas zonas, con altos niveles de biodiversidad, el efecto de las olas de calor se agrava por la prevalencia de especies que se encuentran en su límite térmico y el impacto de la actividad humana.
Según precisa Smale, las temperaturas extremas pueden aumentar la tasa de mortalidad de los organismos marinos y provocar cambios en la distribución de las especies, en los ecosistemas enteros y en los procesos ecológicos.
“Los océanos se han calentado significativamente a consecuencia del cambio climático, por lo que que las olas de calor marino se han vuelto más frecuentes y es probable que se intensifiquen en las próximas décadas”, sostiene el investigador.
“Al igual que las olas de calor atmosférico pueden destruir cultivos, bosques y poblaciones animales, las olas de calor marinas pueden devastar los ecosistemas oceánicos”, advierte.
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Técnicas ya existentes para resultados únicos
Para llegar a estas conclusiones, los expertos emplearon técnicas ya existentes para estudiar las olas en todas las cuencas oceánicas y analizar sus repercusiones en las especies, como los corales y las algas marinas, y los ecosistemas.
Los autores concluyen que el cambio climático seguirá aumentando la frecuencia de las olas de calor marinas. De hecho, la cantidad de días anuales en los que se registran olas de calor marinas a nivel global se ha incrementado un 54 % entre 1925 y 2016 con respecto al periodo comprendido entre 1925–1954, una tendencia que se aceleró especialmente a partir de 1982.
Para los especialistas, su impacto sobre la las especies y los ecosistemas también podría tener repercusiones socioeconómicas y políticas.
Referencia bibliográfica:
Smale, D. et al. “Marine heatwaves threaten global biodiversity and the provision of ecosystem services”. Nature Climate Change. 4 de marzo de 2019
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