Se acuerdan de don José. Apareció un día durmiendo debajo de una barca de La Puntilla.
José Cabello estaba muy enfermo, estaba sondado por una enfermedad de la próstata. Su imagen con la sonda durmiendo en la playa era muy penosa, triste. Era terrible. No tenía a nadie que lo cuidará.
Pero hoy no quiero hablar de don José; que en siete meses, de dormir bajo la relentada canterana ha pasado a vivir cómodamente y ser atendido en la residencia de Taliarte.
Hoy les quiero hablar de Alberto Jeirfimczuk, el hombre que desinteresadamente le salvó la vida.
Desde el mismo instante que Alberto lo vio bajo la chalana puntillera se convirtió en su ángel salvador.
Le traía comida por las mañanas, lo mimaba, lo llevaba al balneario para que se duchará y cambiará. Pero no se conformó con eso. Luchó contra todas las vicisitudes burocráticas para lograr su fin, que era sacar a José Cabello de la arena de la playa.
Su empeño tuvo su primera victoria cuando gracias a su empuje, y con la colaboración de Elena Sánchez, coordinadora del centro Gánigo, le pudo encontrar acomodo temporal en este centro de acogida. José ya no tenia que dormir en la playa.
El sueño de Alberto de buscarle una vida mejor a don José, mejor dicho…., de salvarle la vida, llegó recientemente con el ingreso de por vida de José en la residencia de Taliarte, donde será tratado como se merece y recibirá cuidados médicos para su enfermedad de la próstata.
Alberto nos llama muy feliz y contento, sabiendo que su trabajo de ángel, de momento…., ha terminado. Han sido 7 meses de lucha contra y el sistema, 7 meses pendientes de José. Buscándole una vida mejor, sin pedir nada a cambio.
Si todos ayudáramos a alguien necesitado este mundo cambiaría, mejoraría , nos dice Alberto
Alberto, este mundo ya ha cambiado gracias a tu ejemplo.
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