En aquellos años sesenta, la llegada masiva de turismo escandinavo a Las Canteras y su entorno urbano hizo temblar a la sociedad capitalina en muchos aspectos: culturales, sexuales, morales, etc.
La llegada de los suecos y suecas revolucionó Puerto-Canteras y a sus vecinos. Hubo un antes y un después tras la llegada de las suecas.
La foto histórica de 1968 muestra a un grupo de turistas escandinavos en la orilla de La Puntilla.