En los últimos días una invasión de medusas ha tomado Las Canteras como si se tratara de soldados de infantería celebrando alguna efemérides. Pero parece que las susodichas no son las llamadas fragatas portuguesas, que pican más que Cris y Mou juntos, sino las Pelagia noctiluca, menos picantes, como los pimientos del Padrón que venden ahora. A mí, de todas maneras, con solo verlas en las fotos de los periódicos me dio urticaria. Me recordaban las sebas rojas en la orilla de El Charcón. Los empleados de limpieza no se van a aburrir, precisamente.
Con todo, el problema pasará en un día o dos y quedará en el anecdotario. Pero ¿qué pasaría si en vez de aguavivas fuese petróleo? Pues pasaría que el problema sería muchísimo más serio y que no se resolvería en un par de días. Esta reflexión me trajo a la mente la imagen de ese politicastro local empeñado en horadar nuestros fondos marinos en pos del oro negro sin reparar en el peligro que representa para la pesca, el turismo y las playas de estas islas. Resulta sorprendente que un natural de estas islas se embarque en esa aventura.
Espero que la presión social y el sentido común lo hagan reflexionar y deje nuestras aguas en paz. Puesto a soportar algo en nuestras playas, antes agua vivas que petróleo.
Luis del Río García.