Ha muerto un hombre bueno. Paco Sosa, surfero, confitalero de toda la vida. No puede haber nadie en este mundo que pueda hablar mal de este hombre. Su repentina muerte ha sido un varapalo durísimo para toda su familia, me los imaginó, y para todos sus amigos; sus amigos surferos: jóvenes y mayores, que lo querían como un padre o un hermano. Coincidir con Paco era una experiencia extraordinaria, la conversación se alargaba y saltaba entre sus temas favoritos: las olas, la vida, y su Confital querido. Amaba el Confital, lo cuidaba y protegía. El Confital ha perdido un Ángel, que ahora surfea nubes en el cielo. DEP amigo.
Foto: Paco en el 2005, en una foto que le hice para un reportaje en el Canarias 7.