“Hay un espectáculo mayor que el mar… el cielo”. Victor Hugo

Ser player@, de la Playa de Las Canteras. Lolina Marrero: ” Los niños salíamos cada mañana en verano después de desayunar a la playa, descalzos, con la toalla, el clavo y un membrillo”

Me llamo Lolina Marrero Domínguez, tengo 58 años, nací en Las Palmas y estudié en La Laguna Filología Románica. Empecé a trabajar en Las Palmas como profesora en el Instituto Teresa de Jesús pero en el año 74 me trasladé a La Laguna y ahora soy catedrática de Latín en el Instituto Cabrera Pinto de esa ciudad. Me gusta mucho mi trabajo. Colaboro en el digital loquepasaentenerife.com y me encanta escribir de vez en cuando para miplayadelascanteras.com.

Tu pasado:

1) Miplaya: Descríbanos su primera experiencia playera. Retroceda en el tiempo y háblenos del recuerdo más antiguo de usted en la playa de Las Canteras.

Mis recuerdos más antiguos son de los años cincuenta, apoyados por fotografías con uno o dos años con mi madre que iba todos los días a nadar a la playa. También recuerdo como algo lejano el tacto en mi barriga de la mano de mi padre sujetándome para que no me hundiera y de repente la sensación de triunfo al flotar y darme cuenta de que la mano ya no estaba. Luego vienen todos los recuerdos de la infancia, cuando destinaron a mi padre, militar, a Tenerife y veníamos a pasar el verano a casa de mi abuela materna, donde nací, en la calle Nicolás Estébanez. Todos esos recuerdos los reflejé en:

>> La playa de enfrente <<

2) Miplaya: ¿ Como era la playa de su juventud ?Amigos, vecinos, familias, como la disfrutaban, que hacían, etc..

Los niños salíamos cada mañana en verano después de desayunar a la playa, descalzos, con la toalla, el clavo y un membrillo. Allí pasábamos la mañana hasta que llegaban las madres, más tarde, y volvíamos a casa con ellas para comer. Siempre se sumaba algún niño extranjero al grupo de juego. En las mareas del Pino recuerdo a mi madre llegando a la playa y haciéndome gestos desesperada para que saliera del agua porque me encantaban las olas grandes y me alejaba mucho de la orilla. Después de comer, otra vez a la playa, a jugar en las rocas o al clavo, haciendo tiempo para la digestión. A veces, para variar, íbamos hasta las dunas de Arenales acompañados por alguien de la familia. Por la noche jugábamos en nuestra calle: las casas terreras con las puertas abiertas y los mayores (padres, tíos abuelos,…) con sillas o bancos tomando el fresco.

En la adolescencia empezaron las pruebas para llegar a la barra, cada día un poco más lejos, con la vigilancia de los padres. Nunca me dejaron tirarme del Muro Marrero en las mareas altas como hacían mis amigos. Entonces empezaron a aparecer también chicos que no eran del barrio para sumarse a nuestro grupo de amigos y empezaron los primeros amores, las amistades nuevas, las primeras tertulias playeras sobre cine, música y política. Eran los sesenta.

Recuerdo que de repente, a mediados de los sesenta, la gente dejó de ir a la playa de Las Canteras en verano y se trasladaban al Sur, a San Agustín, Maspalomas y El Inglés, donde se desarrolló una furia constructora disparatada que acabó con el Sur estéticamente y causó muchos daños al paisaje y además provocó un abandono de Las Canteras en todos los sentidos. Fue el principio del desastre.

Nos íbamos un mes al sur y a veces teníamos que volver a la mitad achicharrados por las olas de calor que no había quien soportara. Nunca sentí hacia esas otras playas el apego que tenía a Las Canteras (y eso que Maspalomas entonces era algo increíble, nada que ver con lo que es hoy) pero tenía que ir con mis padres. Cuando volvíamos, aprovechaba para volver a Las Canteras hasta que empezaban las clases en octubre, con mareas del Pino incluidas, sin perderme ni siquiera los primeros días grises y lluviosos.

3) Miplaya: Atrévase y cuéntenos su anécdota playera, la que simple quiso contar y nunca se atrevió.

Me llamaban la atención las familias que iban a la playa en los cincuenta con sus niños y con las nannies o institutrices que los cuidaban todo el rato y les hablaban en inglés o francés; eran las que se ocupaban de ellos; las madres iban muy arregladas, maquilladas y con enormes pamelas. Eso duró hasta que se puso de moda ir al Sur de la isla a veranear. Ya no volvieron.

4) Miplaya: ¿ Qué ha significado para usted y su forma de ser, “ser playero de toda la vida de la playa de Las Canteras” ?

A pesar del tiempo y la distancia me siento en Las Canteras como si estuviera en mi hábitat natural. Disfruto con todos los sentidos esa playa, allí aprendí a conocer el mar y ahora el mar me atrae por donde voy. Mis amigos saben que cuando vamos de viaje yo llevo el bañador siempre por si acaso. Allí crecí y era el refugio natural en todas las situaciones: alegrías, tristeza, desengaños. Te metías en el mar y podías reírte o llorar sin que nadie se enterara. Recuerdo especialmente los ratos de soledad sentada en la peña grande de la orilla que ahora casi ha desaparecido. Mi marido me lleva a Las Canteras cuando me nota cansada o triste, la considera una cura natural para mí. Esa playa está muy metida en mi alma y envuelve todos mis sentimientos. No sé cómo pasó, pero es así. Soy playera de corazón aunque no viva ahí.

El presente:

5) Miplaya: ¿Como ves la playa y el paseo de Las Canteras en la actualidad ? ¿ Que harías en general para mejorarla ?

La construcción indiscriminada hizo que se perdieran cosas importantes como las dunas de Arenales y el curso natural de la arena hasta allí. Antes, tirarse del Muro Marrero con mareas del Pino era una proeza; ahora miro la altura y me asombro de cómo se ha colmatado de arena la playa. Lo mismo pasa con las rocas, están casi completamente cubiertas de arena y sin vida. Antes cogíamos cangrejos en sus huecos y veíamos toda clase de especies alrededor de la Peña de los Perros y en la barra.

Se construyó demasiado cerca de la línea de la playa. Pero el desastre urbanístico no tiene remedio.

En cuanto al ambiente, pasó una época de deterioro en los ochenta. Daba mucha tristeza ir unos días para allá y encontrar toda esa zona tan abandonada, hasta el Parque Santa Catalina. Ahora se está valorando esa maravilla natural y ese lujo de Las Canteras de nuevo y se nota un movimiento de vigilancia y defensa de la playa en el que tiene un gran papel miplayadelascanteras.com. La población se ha movilizado y eso es fundamental.

6) Miplaya: ¿Que diferencias pueden existir entre la manera de disfrutar la playa de tu juventud y la actual ?

Por lo que he visto en mis últimas visitas, se ha vuelto un poco a lo de antes, al disfrute natural de la playa, sólo que ahora mejor organizado y con afluencia de todos los grupos de población: gente de la tercera edad haciendo ejercicio o simplemente de tertulia, deportistas usándola sistemáticamente, niños y jóvenes con actividades por la tarde. Participa mucha más gente que antes.

7) Miplaya: ¿ Qué consejos le dirías al actual Concejal de Playas, para mejorar la playa y el aspecto del paseo?

Creo que no lo están haciendo mal: hay buenos servicios de limpieza y se nota más conciencia por parte de los usuarios. Pero la afluencia de gente es mucho mayor y no se puede bajar la guardia en aspectos como vigilancia, limpieza, conservación y mantenimiento etc. Y hay que dar de una vez solución al problema de la arena o se nos ahoga en ella la playa.

El futuro:

8) Miplaya: ¿Que problemas y peligros futuros crees que acechan a tu playa de Las Canteras?

Desde el punto de vista natural, la colmatación de la arena; desde el punto de vista social, el abandono, el deterioro y la marginalidad en las calles que la rodean.

9) Miplaya: ¿Qué soluciones darías para estos posibles “peligros” que acechan a la playa de Las Canteras ?

La regeneración de la zona es vital para la playa y su conservación. Atención prioritaria por parte de las autoridades en todos los aspectos.

10) Miplaya: ¿Cómo te imaginas la playa de Las Canteras del futuro ?

Me imagino la playa como una prioridad en la mente de los que gobiernen la ciudad, que la consideren una fuente natural de disfrute, de aprendizaje, de conocimiento, de colaboración, de concienciación, de riqueza y de salud para Las Palmas y sus habitantes. Que se desarrollen más programas educativos en las escuelas mirando a Las Canteras. Me la imagino viva, cuidada, atendida, limpia y con todas sus peñas respirando sin ahogamientos de arena para que todos podamos disfrutarla más y mejor. Como si fuera la abuela de todos.

Lolina Marrero

2010

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