En la bahía de El Confital, se encuentra el Roque Cabrón, también conocido como Roque Matavinos. Este pequeño islote se ha convertido en un santuario vital para el charrán común (Sterna hirundo), una especie migratoria catalogada como vulnerable en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
Desde hace algunos años, la Consejería de Medio Ambiente, en colaboración con el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, liderado por el biólogo y veterinario Pascual Calabuig, ha trabajado en la creación de nuevos espacios de anidación para estas aves. El objetivo es proporcionar lugares seguros y libres de perturbaciones humanas, como islotes deshabitados, que no requieran mantenimiento constante.
Gracias al apoyo del Gobierno de Canarias y el Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), se logró acondicionar una pequeña playa de grava en el Roque Cabrón. El helicóptero del GES facilitó el traslado de materiales necesarios para crear un entorno adecuado para la nidificación.
Los esfuerzos han dado frutos: el número de parejas reproductoras de charranes comunes en el islote ha aumentado cada año. Estas aves, conocidas por su fidelidad a sus parejas y su defensa activa de los nidos, han encontrado en el Roque Cabrón un lugar propicio para criar a sus polluelos. Con la creación de este refugio, se espera fortalecer aún más la biodiversidad de la bahía.
Imágenes captadas por el dron del Servicio Canario de Emergencias, autorizado para sobrevolar la zona sin perturbar a las aves, documenta el éxito de esta iniciativa. El vídeo muestra a los charranes en pleno proceso de anidación, evidenciando la efectividad de las medidas adoptadas.
El proyecto en el Roque Cabrón ejemplifica cómo la colaboración entre instituciones y expertos puede generar impactos positivos en la conservación de especies vulnerables y en la protección de la biodiversidad marina de Gran Canaria.