1. Bandera roja: no te metas en el agua
El 80 % de los accidentes en el mar se producen por no respetar el color de la bandera. A su vez, el 80 % de estos accidentes termina con resultado mortal. La bandera roja significa prohibido el baño, al igual que un semáforo en rojo. No te lo saltes.
La bandera amarilla indica precaución: entra solo si el agua no cubre más allá de las rodillas. La bandera verde señala condiciones óptimas para el baño, pero siempre aplicando el sentido común y la prudencia.
2. Acude a playas con vigilancia
Bañarse en playas sin socorristas o fuera del horario de vigilancia incrementa el riesgo. En caso de emergencia, no habrá personal profesional que pueda ayudarte.
Si la playa no está vigilada, extrema las precauciones. Evita bañarte en solitario. Si lo haces, usa elementos de flotación y pregunta a residentes o surfistas por zonas peligrosas.
Entra en el agua poco a poco, comprueba la profundidad, evita las corrientes y nada siempre en paralelo a la orilla. No te bañes de noche ni bajo los efectos del alcohol o las drogas.
3. Evita las corrientes de retorno
Las corrientes de retorno arrastran mar adentro con fuerza suficiente para vencer a diez nadadores olímpicos. Pregunta al socorrista o a quienes conocen la zona antes de entrar al agua.
Desconfía de las zonas en calma: ahí se forman estas corrientes. Es más seguro bañarse en las zonas de olas blancas, como hacen los surfistas.
Si te atrapa una corriente, nada en paralelo a la orilla. Si no puedes salir, no luches contra la corriente: ahorra energía, mantén la calma y haz señales con los brazos.