A veces, el “desfase” visto en Las Canteras llega a puntos inimaginables. Ahora, algunos inconscientes se han puesto a arrojar comida humana a las gaviotas desde el paseo.
A la suciedad que ocasionan al ensuciar la arena se suma la pésima idea de acostumbrar a las gaviotas a esperar la comida que se les arroje.
Cuando se acostumbren más, y no se les arroje alimento, estas aves carroñeras irán por la comida de las terrazas. Les dará igual si hay personas; es más, dichos comensales correrán peligro por el ataque de las aves.
Hay muchos lugares del mundo que tienen verdaderos problemas con estas aves y su cleptomanía por robar comida, ya que se vuelven agresivas y se han dado casos en los que han causado heridas a las personas debido a su feroz comportamiento.
Es importante destacar que la Ordenanza de Playas, Paseos Marítimos y Resto del Litoral prohíbe expresamente alimentar a la fauna marina, incluyendo peces y aves. Esta normativa busca prevenir alteraciones en el comportamiento natural de las especies y evitar situaciones de riesgo para los ciudadanos.
La ciudad de Gijón, en Asturias, por ejemplo, se enfrenta serios problemas debido a la creciente agresividad de las gaviotas, que han invadido el espacio urbano. El último incidente conocido ocurrió el 14 de enero de 2025, cuando un niño de siete años, alumno del Colegio Público Santa Olaya, sufrió un rasguño en la cara tras ser atacado por una gaviota que le arrebató su bocadillo durante el recreo. Este ataque no es un caso aislado, ya que en octubre de 2024 un estudiante de un instituto también fue víctima de una agresión similar, cuando una gaviota intentó robarle su merienda. Ambos casos reflejan un problema creciente en esta ciudad, donde las gaviotas, acostumbradas a buscar comida entre los habitantes, se muestran cada vez más intrusivas y peligrosas.
Consecuencias de alimentar a las gaviotas:
Pérdida de miedo y agresividad: Al recibir alimento de las personas, las gaviotas pueden perder el temor natural hacia los humanos, volviéndose más audaces e incluso agresivas en su búsqueda de comida.
Desnutrición y problemas de salud: Los alimentos procesados que suelen ofrecerse a las gaviotas carecen del valor nutricional adecuado para ellas, lo que puede provocar desnutrición y otros problemas de salud. Además, el consumo de comida humana en exceso ha llevado a casos de obesidad en estas aves, afectando su capacidad de vuelo y comportamiento natural.
Propagación de enfermedades: La concentración de gaviotas en áreas urbanas y su alimentación con residuos humanos incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades, tanto entre las aves como hacia las personas, debido a la proliferación de bacterias y parásitos en sus excrementos y nido.